La incorporación de las nuevas tecnologías a los procesos de solicitud, análisis y contratación de los préstamos personales es uno de los hechos más destacables de los últimos años en el campo de la financiación, ya que ha sido la causa principal del surgimiento de nuevos prestamistas y de la creación y mejora de cientos de ofertas. De hecho, la importancia de las innovaciones tecnológicas ha alcanzado tal punto que se ha creado el término fintech (contracción de finance y technology) para referirse a los servicios o entidades que las utilizan para diseñar sus productos.

Como señalan desde el comparador de préstamos personales HelpMyCash.com, de la mano del fintech han aparecido una gran variedad de nuevos créditos al consumo que incorporan ventajas muy atractivas para el usuario, como la posibilidad de solicitar financiación a través de Internet o de recibir el dinero en cuestión de pocos minutos. Además, han surgido cientos de nuevos prestamistas capaces de competir directamente con las entidades financieras tradicionales, algo que preocupa especialmente a la banca. Según un estudio reciente de PwC, la inmensa mayoría de los directivos de los principales bancos teme que los nuevos competidores pongan en riesgo su negocio.

Los minicréditos, los primeros en incorporar las nuevas tecnologías

Los primeros en aprovecharse de las posibilidades que dan las nuevas tecnologías fueron los prestamistas de minicréditos. Surgidas al calor de la crisis, estas empresas se popularizaron por prestar pequeñas cantidades de dinero mediante un proceso íntegramente online y muy rápido. Una de las compañías más conocidas es ¡QuéBueno!, que es capaz de conceder minicréditos de hasta 900 euros en 15 minutos o menos y con un 50% de descuento en los honorarios si se introduce el código HMC1601.

Estos prestamistas son capaces de aprobar las peticiones en tan poco tiempo gracias a su proceso de análisis de riesgo automatizado y a que no exigen tantos requisitos como la banca tradicional. De hecho, algunas empresas como Kredito24 incluso prestan a personas inscritas en ASNEF o en otras listas de morosos. Además, la mayoría de estas compañías disponen de sistemas de verificación automáticos con los que pueden comprobar que los solicitantes cumplen sus condiciones sin tener que pedirles documentación.

Además de las compañías de minicréditos, durante los primeros años de la recesión también aparecieron empresas que prestan cantidades algo más elevadas de dinero a través de Internet con la misma velocidad y comodidad. Una de ellas es Monedo Now, que concede en cuestión de minutos créditos de hasta 4.000 euros a devolver en un máximo de 24 meses. Este producto tiene un interés mensual desde el 5% y no incluye comisiones ni gastos de vinculación de ningún tipo.

Los bancos se apuntan a la digitalización para no perder a los ‘millennials’

La proliferación de estas empresas fintech cogió por sorpresa a las entidades bancarias tradicionales, que tardaron un tiempo en adaptar sus préstamos personales a las nuevas tecnologías. Sin embargo, actualmente ya son muchos los bancos que ofrecen la posibilidad de solicitar y contratar sus créditos al consumo a través de Internet o, incluso, desde el teléfono móvil.

Una de las entidades que mejor ha aprovechado el boom tecnológico ha sido ING Direct. Su Préstamo Naranja, además de tener uno de los intereses más competitivos del mercado (desde el 5,95 % TIN), se puede solicitar y contratar a través de Internet desde cualquier dispositivo con conexión a la red. Además, para conseguirlo no es necesario ser cliente de este banco online ni adquirir ningún otro producto vinculado.

También es destacable la proliferación de los préstamos personales preconcedidos, para los que no es necesario presentar ningún tipo de documentación. En este caso, es la entidad la que fija el importe, el plazo y el tipo de interés del crédito en función del perfil de solvencia del cliente, así que éste puede obtener el dinero al instante en un solo clic.