“Sigue siendo una vergüenza lo que estamos viendo aquí. Como dijo ya el Papa Francisco hace más de un año, el Mar Egeo, y también el Mediterráneo, se ha convertido en el mayor cementerio de Europa”. El Padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz ha visitado este fin de semana la isla de Lesbos, Grecia, donde cada día llegan más de mil personas provenientes de Turquía en pequeños botes.

"Hemos visto ya la crudeza de la vida de esta gente que lo único que quiere es vivir", añadió el cura. Mensajeros de la Paz tiene montado un dispositivo en colaboración con la ONG Remar para atender a estos refugiados que llegan a la isla empapados después de hacer una travesía de unos seis kilómetros, que en muchos casos se convierte en su tumba debido al mal tiempo.

Hacia el norte de Europa
Ambas ONG llevan desde primeros de diciembre apoyando a estos refugiados y dando de comer a cientos de personas que permanecen unos días hasta que logran embarcar en un ferry hasta Atenas. Cada día llega a la isla 1.500 personas y permanecen en los campamentos unas 4.100.

Desde la capital griega los refugiados viajan en dirección al norte de Europa. Mensajeros tiene con Remar un punto de apoyo en Atenas, otro en Croacia y tres en Serbia donde se reparten miles de raciones y alimentos. Igualmente tiene unas cuatrocientas camas en Presevo, en Serbia.

Para el padre Angel Turquía, Grecia y la Unión Europea deben enviar más medios a salvar los barcos que están en peligro en su travesía entre Turquía y la isla griega.

Los refugiados pagan entre 1.000 y 1.500 euros por un pasaje en un día de buen tiempo y 400 en una jornada con marejada. El sábado el tiempo era magnífico y apenas había olas y sin embargo murieron en un naufragio 40 personas. Los barcos guardacostas de Grecia, e incluso alguno europeo, recogieron más barcas que corrían peligro de naufragar, después de esta nueva tragedia.

Los sirios, afganos, iraquíes y nacionales de países en guerra reciben la documentación de refugiado, pero hay cientos de marroquíes, y de otros países africanos, que son refugiados políticos y que no reciben esta documentación que les permite viajar por Europa.