Félix Roberto Casanova en un acto del PP en una imagen difundida en su cuenta de Twitter



En su cuenta de Twitter Félix Roberto Casanova exhibe como presentación un logo irónico con el título 'Junts pel 3%', se supone que no en alusión a las comisiones de las tramas Gürtel o Púnica sino a las que se movían en Cataluña. Un perfil en cualquier caso del gusto del comité de NNGG de Madrid que le ha elegido por la vía del 'dedazo', sin elecciones internas, como responsable de la organización juvenil del PP en el municipio de Alcobendas.

Tan joven y ya viviendo de lo público
Esta es la 'renovación' de los jóvenes del PP, prototipo de lo que a raíz de una concentración en la que miembros de NNGG se burlaron de ancianos preferentistas estafados, se dio en llamar como los poloflautas: indignados con los riñones bien cubiertos al servicio del poder. Casanova ha llegado al cargo aunque apenas le queda un año para cumplir los 30 años que marcan el límite para formar parte de los cachorros populares, y a pesar de ser un estudiante de ADE en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ya cuenta con un sueldo público nada desdeñable: 21.274, 91 euros como asesor del Ayuntamiento de Alcobendas, como no, controlado por el PP. Lleva en esto de lo público desde 2007 cuando a sus 21 años ya fue promocionado por el gobierno popular de Alcobendas a un puesto como vocal de la Empresa Municipal Auxiliar de Recaudación, S.A. Es decir, que estamos ante uno de los mamandurrios que presuntamente no tolera la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, pero que tanto promociona.

Aficionado a amenazar con dar "palos en la nuca"
En cuanto a la gresca como poloflauta ya se destacó en 2011 cuando usó Twitter para amenazar a aquellos indignados que amagaron con colarse en el Metro como protesta por el hecho de que los jóvenes que acudían a la JMJ para ver a Benedicto XVI podían usar gratis ese medio. "Pegaré con un palo en la nuca al primero que se cuele en el metro", alertó Casanova. El popular se justificó diciendo que su comentario "no tenía una intención literal" pero acabó rectificando de mala gana: "Escribí lo que no debí escribir y pido perdón por ello".