El primer secretario del PSC y candidato a la Presidencia de la Generalitat de Catalunya, Miquel Iceta, ha participado esta mañana en un desayuno informativo de la tribuna Fórum Europa. EFE



¿La deriva independentista puede llevar a Cataluña a un camino de no retorno?
Depende de quién gane las elecciones. Si Junts pel Sí y la CUP tienen mayoría suficiente dicen que van a ir a por la independencia sí o sí, y a través de una declaración unilateral.  Ese es un camino sin retorno y, además, corre el riesgo de situar a las instituciones catalanas fuera de la legalidad y del Estado de Derecho. Si eso es así, el pronóstico es muy malo.

Hay que ver primero si alcanzan la mayoría que quieren y luego qué van a hacer. Aunque parezca mentira, la candidatura del Junts pel Sí todavía no ha presentado su programa. Falta poco más de tres semanas para las elecciones y todavía no hay un compromiso escrito. Hay que ver exactamente cómo lo formulan.

No parece que tengan mucho programa…
No. Uno de los problemas es este. Por ahora sabemos que están dispuestos a votar sí a la independencia en el parlamente el día que se plantee. Pero claro, eso será un día. El resto de los días, ¿qué van a hacer?

Hay que ver el tema de la declaración unilateral. Lo que ellos llaman desconexión, situarse fuera o al margen de la ley. Si realmente lo plantean en serio y cómo lo van a hacer. Deberían explicarlo antes de las elecciones. Deberían hacerlo porque la gente tiene derecho a saber exactamente qué votan

¿En el hipotético caso de que consigan esa mayoría tras el 27 S? ¿Qué puede pasar en Cataluña?
El propio Artur Mas lo dijo, que en algún momento estaríamos en terra incógnita, en territorio desconocido. No lo sé. Sí sé, y advierto sistemáticamente, que una división de catalanes por mitades irreconciliables es muy negativa, y que situar las instituciones fuera de la ley es camino directo al desastre.

Felipe González, en su Carta abierta a los catalanes llegó a comparar la situación con la Alemania o Italia de los años 30 ¿es equiparable?
Salir de la legalidad es un riesgo que no nos podemos permitir, un peligro que no es aceptable ni asumible. Sé que cuando las instituciones de un país dejan de cumplir la legalidad y se sitúan fuera del Estado de Derecho, sobrevienen todo tipo de castástrofes. La propia historia de Cataluña nos da ejemplos.

Si Felipe se ha visto obligado a dar ese consejo es porque considera que la situación es suficientemente grave como para tomar una posición pública fuerte al respecto. Lo entiendo, porque se ha tomado en serio lo que estos dicen.

¿Quién tiró la primera piedra del agravio?
No creo que haya  ninguna piedra. Pero desde luego sin duda, desde mi punto de vista, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto marcó un punto de inflexión muy negativo. Hay muchos juristas que han dicho que se podría haber promulgado una sentencia que no lo alterara y esperar a ver si en algún momento el uso del Estatuto conculcaba la Constitución. Es la primera vez que en la España democrática una ley votada en referéndum luego se modifica de forma unilateral. Esa herida hay que curarla.

Se añaden otras, agravios financieros la política recentralidora del PP, tonterías como llamar al catalán en Aragón ‘lapau’... Ha habido de todo, en los dos lados. Más que regodearnos en coleccionar agravios deberíamos concentrarnos en dar soluciones. Hasta ahora sólo he visto la nuestra.

Cuando alrededor de dos millones de ciudadanos dicen que quieren la independencia, hay un problema y una respuesta que dar. No queremos la independencia pero tampoco el inmovilismo. La solución debe ser acordada, fruto de una negociación. Para nosotros la mejor manera es que tome la forma de reforma constitucional para formar un Estado Federal y los socialistas pusimos las bases en Granada. Allí se apuntaron los caminos razonablemente.

¿Toda la militancia está convencida?
Sí, hay un acuerdo muy razonable sobre sus contenidos. Ahora Pedro Sánchez ha encargado a un grupo de expertos que sigan trabajando  y profundice en lo que pactamos en Granada. Pero el camino es sin duda aquel que fijamos allí. ¿Eso cierra la cuestión al 100% de los detalles? No, porque admemás no puede hacerlo.  Es algo que hay que cerrar con muchos otros agentes. Nosotros hemos hecho el esfuerzo de decir cómo lo vemos pero ahora tendremos que ponernos de acuerdo muchos más.

¿Ve posible debatir también sobre la monarquía?
No hay consenso ciudadano para abordar el debate. No veo que sea un debate que pueda unir a los españoles. Más bien puede dividirlos en una institución que ha pasado por muchos avatares pero tiene el reocnocimiento mayoritario de la gente.. Yo, en ese terreno no me metería.

¿Debería haberse respetado el derecho a decidir? ¿Quién tendría que votar, los catalanes o todos los españoles?
En esto quiero ser muy claro. El derecho a decidir no existe. Existe el derecho de autodeterminación que no es aplicable a Cataluña. Lo que sí puede existir es que hubiera una consulta legal y acordada, pero no fue posible porque los que tenían que convocarla no lo hicieron. El gobierno catalán invitó a los catalanes a votar en favor de la separación. Yo lo que digo es que los catalanes voten a favor de un nuevo acuerdo en forma de reforma constitucional y que tendrá que ser votada también en el resto de España. No nos podemos permitir una propuesta que no tenga un apoyo mayoritario en Cataluña y en todo el territorio español.

No quiere ser frentista pero el escenario post 27-S puede colocar al PSC en la necesidad de un frente anti-independentista
Creo que no. Si ganan los independentistas van a intentarlo. Podremos oponernos e intentar  mantener el Estado de derecho con los instrumentos a nuestro alcance, pero la iniciativa política y la mayoría la tendrán de ellos.  Si no tienen mayoría, tendrán que reflexionar y aceptar el resultado. Y aquí no se acaba ni el mundo ni la historia y habrá que hacer política. Son ellos los que han convocado las elecciones como un plebiscito.

Entonces intentaría acordar una solución de gobierno que sea estable y que tenga una base amplia. Ya he dicho a PP y Ciudadanos que no vamos a hacer un frente con ellos. Habrá otros partidos con los que hablar pero yo no me voy a poder poner de acuerdo con quien no quiere aceptar una solución en forma de reforma constitucional

Buscaría una salida positiva  a través de un acuerdo amplio y transversa basado en los cuatro puntos: reactivación económica y creación de empleo; defensa del Estado del Bienestar; recuperación del prestigio de la política con lucha contra el fraude y la corrupción y búsqueda de un nuevo acuerdo con el resto de España que se pueda votar en referéndum a través de una reforma constitucional.

¿Repetiría un tripartito con ERC?
Mientras ERC sea independentista eso es imposible.

¿Le preocupan las encuestas, que no pintan demasiado bien para el PSC?
Me preocupan porque quiero que el PSC saque el mejor resultado posible, acercarnos al máximo al resultado de 2012. Eso es un objetivo partidista. Además, busco el mejor resultado posible pero con el fin de que seamos útiles para salir del lío en que estamos metidos.

¿Se ve llegando a acuerdos con el PP de García Albiol?
Se hace muy difícil. Cada semana dan muchas pruebas ¿Cómo vamos a llegar a un acuerdo con alquien que está dispuesto a reformar de forma unilateral, partidista y sectaria la ley que regula el Tribunal Constitucional? El PP está también en el origen del problema.

En este mes de septiembre elplural.com cumple diez años. En esos primeros días se habló y mucho del intento de compra de Endesa por parte de Gas Natural con Aguirre como abanderada del no a esa operación…
Sí, antes alemana que catalana.

También ha sido un tema recurrente en estos años portadas y portadas, especialmente en El Mundo, denunciando que no se puede estudiar en castellano en Cataluña. ¿Es esa la realidad?
Todavía hay gente que pregunta si el castellano está prohibido en Cataluña. Sólo hace falta venir a Barcelona, que pasee y vea que se habla catalán, castellano y otros idiomas también. Ha habido gente interesada en dar una imagen desfigurada para sacar rédito político de los problemas del desencuentro. La realidad, afortunadamente es mucho más feliz.

Las andanadas de unos y de otros, la derecha por un lado y los independentistas, nos pueden llevar a un escenario muy complicado. ¿Hay solución?
El mensaje político debe ser de diálogo, proyectos compartidos… Sin ser ingenuos. Puede haber puntos distintos. Lo importante en democracia es conciliar intereses que no son coincidentes. Lo que me parece peor ante un problema es que los gobiernos no dialoguen y es lo que les ha pasado a Artur Mas y a Mariano Rajoy. Lleva gobernando desde 2011 y no ha hecho nada. Sí se ha entendido  con Convergencia para otras cosas como la reforma laboral o la ley de estabilidad presupuestaria. Para las cosas de comer sí se ponen de acuerdo, no para el lío político más importante de los últimos 30 año. Es muy indecente.

Ha estallado también el tema de la corrupción ¿Se quedó Maragall cuando denunció el 3% en el Parlament?
Lo hizo en 2005 pero entonces no se aportaron pruebas que permitieran juzgarlo. Ahora sí hay investigaciones judiciales muy avanzadas y muchos indicios acumulados de que ha habido una financiación irregular. Mas garantiza que las cosas se han hecho bien y se niega a dar garantías públicas, como le hemos pedido, de que dimitirá si el tiempo desmiente sus palabras. Es malo para Convergència y para todos los demás. En unas elecciones en las que se debate algo tan importante no deberíamos dedicar ni un minuto a hablar de corrupción.

Artur Mas es el ‘heredero político’ de Jordi Pujol ¿puede lavarse las manos en el escándalo de la familia Pujol?
Él es el hijo político de Pujol que es el fundador de CDC y su inspirador máximo. Ellos han dicho que sólo afecta a la familia Pujol pero aparecía derivadas que tenían que ver con un enriquecimiento a partir de negocios hechos a la sombra de la administración.  Se ha puesto en entredicho todo el montaje político de Convergencia desde hace tiempo. Eso explica en parte por qué no se presenta como tal en estas elecciones, para eludir responsabilidades sobre el caso Pujol y su propia gestión de gobierno. Es una anomalía chusca de quien es presidente, que quiere seguir siéndolo pero va el cuarto.

¿Qué solución se podría dar al drama de los refugiados?
Ser solidario. Es lo único. Europa debe hacer un esfuerzo de acogida y comprometerse a solucionar los problemas in situ. Desestabilizar Siria ha sido un error gravísimo igual que lo fue desestabilizar Irak. Las intervenciones de occidente sólo han servido para destrozar países, dar espacio al Estado islámico y generar una corriente de refugiados a los que no somos capaces de acoger. Europa está siendo muy deficiente por insolidaria o por su incapacidad para dar una solución potente a un problema que va a durar mucho tiempo. No lo vamos a solucionar ni en quince días ni, mucho me temo, en quince meses.

¿Ha llegado aire fresco al Ayuntamiento de Barcelona con Ada Colau?
Ha llegado un cambio de izquierdas y eso es positivo, pero nos preocupa mucho que se pretenda  gobernar un ayuntamiento con 11 concejales de 41. Nosotros estamos planteando una discusión a fondo que permita una solución estable, un gobierno de izquierdas con éxito. Nosotros gobernamos desde 1979 al 2007 y todo el mundo coincide en que funcionó, aunque pudiera perder fuerza en los últimos años. Estamos dispuestos a aportar pero la iniciativa corresponde a la alcaldesa y su grupo municipal.