Me cuentan que anoche en Londres Mourinho, actual entrenador del Chelsea, se quedó chafado y sin argumentos ante sus incondicionales. Por muchos motivos. El Real Madrid ganó al Barcelona la Copa del Rey jugando bien y sin necesidad de utilizar malas artes, sin provocar al contrario, sin descalificar al árbitro y sin incendiar el empedrado. Y encima Casillas levantó la Copa.
 

El portero del Real Madrid Iker Casillas celebra el segundo gol del equipo, conseguido por el galés Gareth Bale, durante la final de la Copa del Rey que FC Barcelona y Real Madrid disputaron en el estadio de Mestalla, en Valencia. EFE

 

 


Íker, aumenta su leyenda
Pese a que Mourinho lo relegó al banquillo, lo acusó de ser el filtrador oficial del vestuario e intentó cargarse su imagen, no se ha salido con la suya. Al margen del golazo de Bale, del partidazo de Di María, de la clase de Isco o de Benzema, el gran triunfador de esta Copa del Rey es Casillas. Para la afición madridista, ‘El Santo’ ha vuelto.

Este es el señorío del Madrid
Es lo que nunca ha entendido Mourinho, ni cuando trabajo para el Barça, ni los tres años que entrenó en el Bernabéu. El portugués es un gran entrenador, pero también cizañero, egoísta, provocador y que fulmina a todo aquel que cree puede hacerle sombra. Su filosofía: “O estás conmigo, o estás contra mí”. No hay término medio. Solo Casillas y su entorno saben las ‘putadas’ que tuvo que aguantar en el último año y medio. Acostumbrado ‘al todo vale, con tal de ganar’ Mou no le perdono a su capitán que llamara a Xavi y Pujol para limar asperezas entre los internacionales del Barça y del Real Madrid.

Otra lección para Florentino
Sí, porque el presidente del Real Madrid, aunque anoche le abrazara en el palco de Mestalla, es tal para cual. Lo mismo que Mourinho. Florentino siempre ha dudado del carisma y personalidad de su capitán. En vez de valorar todo lo que aporta Casillas, el mejor portero del mundo por quinto año consecutivo, tanto al equipo, como a la institución, poniéndole trabas y abriéndole de par en par la puerta de salida para que se marchara del Bernabéu. Es un hecho.

Un líder, que siempre aparece
Al término del partido, Vicente del Bosque se percató de lo que hizo su capitán. Mientras sus compañeros celebraban el título conseguido, con banderas y bufandas, Íker fue a saludar y consolar a cada uno de los jugadores del Barcelona; la mayoría sus compañeros en la Selección. “Casillas, como siempre, ha estado a la altura”, comentó un jugador azulgrana.
¿Se imaginan la reacción de Mourinho si todavía fuera entrenador del Real Madrid?

Buen rollo en la Roja
Con la iniciativa de Casillas, todo olvidado. El pisotón de Busquets a Pepe, las miradas de Xabi Alonso… La concentración de la Selección de cara al Mundial de Brasil será una balsa de aceite y reinará el buen ambiente entre todos nuestros internacionales. Todo solucionado merced a la naturalidad de Íker Casillas, el capitán del Real Madrid y de todos los españoles que ha logrado sobrevivir a las malas artes de Mourinho. Del Bosque ya está tranquilo. Y los madridistas también.