La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano. EFE



¿Alguien en su sano juicio puede imaginarse la reforma de la Constitución con sólo los votos del Partido Popular? Pues eso es lo que ocurrió a última hora de la tarde del jueves en el Congreso de los Diputados: El PP votó a favor de la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, frente a la totalidad del resto de los grupos políticos que al unísono catalogaron la votación como una “cacicada y un pucherazo electoral” sin parangón en la historia de la democracia Española. Y todo para “salvar a la soldado Cospedal”, ironizaba un diputado del PSOE presente en la votación en declaraciones a ELPLURAL.COM.

Indignación generalizada
Así ha quedado de manifiesto en el debate de la reforma estatutaria, donde todos, absolutamente todos los partido de la oposición han acusado al Grupo Popular de reducir la democracia representativa y protagonizar un auténtico atropello constitucional. En parecidos términos se expresaba también el líder del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que en declaraciones a este periódico aseguraba que: “Cospedal ha metido hoy (por ayer)  a Rajoy en otro jardín y le hace pisar, mejor dicho pisotear, otra línea roja, y eso va a tener consecuencias serias”, al mismo tiempo que aseguraba que “el pucherazo electoral” que esconde la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha “tiene un claro apellido: Bárcenas”, añadía, “Cospedal ya cambió la Ley para subir el número de diputados en la región, pero la mezcla de Bárcenas, sus recortes y su soberbia política hace que no pueda salir a la calle ni pueda ir a las urnas con su propia Ley”.

“La más desprestigiada de España”
Pero mientras que García-Page mostraba su enfado en el Congreso, el diputado del PP por Toledo, Agustín Conde, intentaba convencer desde la tribuna de oradores a los grupos de los beneficios de esta reforma, “plenamente constitucional, que dimensiona las instituciones” y que ahorra a las arcas públicas. Argumentos rebatidos por el parlamentario socialista, Alejandro Alonso, que le recordó a Conde que “los ciudadanos no somos tontos, pero si los diputados en Castilla-La Mancha no cobran, de qué ahorro hablan ustedes”, a la vez que sentenciaba: “Cospedal es la presidenta más desprestigiada de España y necesita esta reforma para blindarse porque con el Estatuto actual nunca ganaría las elecciones”.

“Como me las maravillaría yo”
El resto de las intervenciones han secundado los argumentos de los socialistas, llegando más lejos, como el dirigente de IU, Cayo Lara, que, tras hablar de “pucherazo”, ha ironizado en aras de la austeridad que predica el PP para que se reduzcan también los escaños en el Senado, en el Congreso y se retire el sueldo a sus señorías. Pero, tal vez, la intervención más sarcástica ha sido la protagonizada por el representante de Compromís, Joan Baldoví, quien ha asegurado que Cospedal se ha inspirado en la canción “cómo me las maravillaría yo”, de Lola Flores, para “urdir este atraco perfecto a la democracia”, que se va a “perpetrar con la alevosía de su mayoría absoluta”, ha sentenciado.

Un parlamento regional sólo para ricos
Sea como sea, el “zarpazo” constitucional dado por Cospedal al Parlamento de Castilla-La Mancha, reduciendo su número de diputados y evitando que las minorías consigan escaños y retirando el sueldo a los parlamentarios, cuyas retribuciones no superaban los 1,5 millones de euros, frente a los 65 millones que cuestan los altos cargos del Gobierno que preside “los jueves” la también secretaria general del PP, perjudica a los ciudadanos de a pie que no podrán ser diputados salvo que sean ricos o pertenezcan a grupos de presión con intereses concretos que asuman sus gastos, ya que un maestro, un fontanero o un funcionario que viva en Albacete no podrá acudir a las Cortes toledanas a defender los derechos de los castellano-manchegos porque, sencillamente, les costará dinero.

Supresión de todos los órganos de control
El PSOE recurrirá al Tribunal Constitucional “el pucherazo”, que a pesar de ser un tribunal “tomado” por el PP no le quedará más remedio que dar la razón a los socialistas. ¿Pero cuándo? ¿Cuándo ya se hayan celebrado las elecciones? Y es que no hay que olvidar que la reforma del Estatuto castellano-manchego es el único que se escapa a la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad que se debate en la actualidad en el Congreso y que paralizaría automáticamente su entrada en vigor. Sin embargo, Cospedal tendrá las manos libres para evitar mayor control en las Cortes, convertidas en un parlamento de juguete, que sumado a la supresión del Síndico de Cuentas, Defensor del Pueblo y Consejo Económico y Social pone en entredicho el talante democrático de la presidenta de Castilla-La Mancha, “que si por ella fuera suprimiría también las Cortes autonómicas”, dice un diputado manchego.