Juan Jesús Sánchez Manzano, jefe de los Tedax de la Policía en el momento de los atentados del 11-M y diana de los que han mantenido vida la teoría de la conspiración, ha dejado blanco sobre negro su afirmación de que la unidad que dirigía supo la misma mañana de la matanza que los explosivos que iban en los trenes no eran los usados por ETA. El policía, actualmente comisario jefe de Móstoles, ha plasmado su experiencia en su libro Las bombas del 11-M. Relato en primera persona, que se lanza este martes, según El País.

Las bombas eran de color marfil, no naranjas ni rojizas
Sánchez Manzano defiende la actuación de su unidad y la suya propia en aquellos hechos y critica a los protagonistas políticos, judiciales y mediáticos que defendieron la teoría de la conspiración.

Que los explosivos no eran los usaron por ETA lo descartaron por lo que vieron cuando intentaron desactivar dos bombas, en El Pozo y en Atocha: la que vieron era de “color marfil” y la que habían visto decenas de veces antes en poder de ETA era de “color naranja y rojizo (…) Ninguno de los elementos coincidía con el material usado por la banda”, según aclara el policía en su libro.

Las insistentes llamadas desde el CNI
Sánchez Manzano narra la sorpresa de todos los miembros de su unidad “por las insistentes llamadas que recibíamos desde el Centro Nacional de Inteligencia y los Servicios de Información de la Guardia Civil”. Según el exjefe de los Tedax, querían “conocer el núcleo de la investigación”, que en ese momento estaba en torno a la labor de su unidad.

“Tanto el coronel de la Guardia Civil responsable de Información como otro coronel del CNI nos acribillaron a llamadas telefónicas los días 11, 12 y 13 de marzo, tanto por la noche como por el día, para enterarse de los detalles de la investigación relativos a los hallazgos de la Renault Kangoo y los explosivos”, recuerda Sánchez Manzano en su libro, cuyos beneficios serán destinados a la Fundación de Huérfanos de la Policía.

¿Nadie le dijo a Aznar lo de los explosivos?
El policía muestra su sorpresa por el hecho de que el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, acudiera a preguntar al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por la autoría y no a los Tedax, quienes le podrían haber contado ya por la tarde del 11-M que los explosivos “no se correspondían con los utilizados por ETA”. No entiende por qué nadie les contó al presidente y al ministro del Interior, Ángel Acebes, los descubrimientos de los Tedax.

Los ataques de la derecha
Sánchez Manzano ha sido víctima durante todos estos años de sectores de la derecha que le han acusado de destruir pruebas para alejar una supuesta participación de ETA en los atentados. Uno de los ataques más feroces le llegó de Federico Jiménez Losantos desde la COPE. El periodista tuvo que sentarse en el banquillo por sus injurias contra el policía.

La cacería de la jueza Coro Cillán
El exjefe de los Tedax sufrió la investigación por parte de la polémica jueza Coro Cillán, en el Juzgado número 43 de Madrid. En febrero de 2012, la Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid decidió archivar su causa por ser “cosa juzgada”, con sentencia firme.

La jueza llegó a imputar a Sánchez Manzano y a un perito de los Tedax, a partir de una querella interpuesta por la Asociación Ayuda a Víctimas del 11-M.