Más de dos mil personas acudieron al funeral conjunto por los seis mineros fallecidos asfixiados por un escape de grisú en un pozo de la Hullera Vasco-leonesa. El funeral tuvo lugar en el polideportivo de la localidad leonesa de Santa Lucía de Gordón, que se quedó pequeño por lo que centenares de personas lo siguieron desde el exterior, entre ellos representantes políticos y sindicales. El ministro de Industria, José Manuel Soria, no fue al funeral como tampoco se desplazó hasta el pozo minero el día del accidente. Se quedó en León capital para visitar a los cinco mineros ingresados en el hospital, una visita de la que no quiso testigos porque después de que se convocara a la prensa a las puertas del hospital, le dio esquinazo y llegó al centro hospitalario a otra hora distinta. Allí se encontró con la frialdad de los mineros heridos y sus familias, incluso uno de ellos se negó a verle "después de lo que ha hecho con la minería". En el telediario de Televisión Española no se citaron los abucheos y las críticas al Gobierno en la apertura de la noticia, ya al final se oye una voz femenina "solo vienen a hacerse una foto", e inmediatamente después las declaraciones del presidente de la Junta (PP). Nada sobre las peticiones de dimisión al ministro de Industria.

Soria se excusa: "No es el momento de polemizar"
Si el ministro de Industria, José Manuel Soria, no se atrevió a visitar la cuenca minera el día del accidente por temor al enfado y protestas de los mineros, mucho menos lo iba a hacer hoy. A la hora del funeral estaba en un acto, la presentación del "Estudio para el fortalecimiento y desarrollo del sector industrial en España" organizado por la empresa consultora Boston Consulting, a cuyo término evitó referirse a su ausencia en el funeral de los mineros. Soria declaró a la prensa que este es el momento de "determinar cuáles han sido las causas del accidente" y no de "polemizar". En opinión del ministro "en estos momentos de dolor de las familias, el Gobierno lo que tiene que hacer es intentar que se clarifiquen cuáles han sido las causas del accidente para que nunca más se vuelvan a producir".

El ministro que llamó a los mineros privilegiados
Los mineros no perdonarán jamás a José Manuel Soria que les tratara como a privilegiados, cuando es sabido que es una de las profesiones más duras, mientras diseñaba un nuevo Plan del Carbón que recortó sus derechos. Pero sobre todo saben que Soria provocó un conflicto que alargó durante meses para "doblegarles", un conflicto que llevó a que en muchas cuencas mineras los trabajadores llegaran a estar un año sin cobrar. A estas alturas aún se les debe dinero. Las consecuencias han sido demoledoras, no solo por los meses que han perdido de cotización, sino porque familias con hipotecas, hijos y donde el salario de la mina era el único ingreso, se abocó a muchos mineros, más de los que se cree, a situaciones dramáticas: desahucios de sus casas, tener que pedir ayuda a familiares o acudir al banco de alimentos. En este año de protestas las empresas aplicaron ERES, muchos perdieron su trabajo y los que han vuelto a trabajar lo hacen por menos dinero y en peores condiciones. En las cuencas mineras se ha retrocedido 20 años en derechos sindicales, hasta el punto de que han visto como su sueldo se ha reducido a la mitad: entran en la mina por 1.200 euros al mes, y muchos por menos. Esos son los privilegiados, según el Ministro de Industria.

¿Qué hizo el Gobierno para forzar una nueva negociación? una jugada muy sencilla, nada más llegar al Gobierno el PP bloqueó el pago de las ayudas a la producción del carbón estipuladas y aprobadas por el Gobierno anterior con el visto bueno de Bruselas. Al no pagar a los empresarios estos dejaron de pagar a los mineros. El Ministro de Industria denunció abusos y despilfarros y se puso en marcha toda una campaña mediática (ABC, La Razón, El Mundo, TVE, RNE) en contra, con todos los medios y tertulianos afines en la que se denunciaba que los mineros se jubilaban con 40 años, que cobraban 3.000 euros al mes y que el carbón nacional es malo y caro. Es la norma que sigue siempre el PP, si alguien se moviliza se le desacredita. Lo han hecho con profesores y maestros, con médicos etc.

La regulación del carbón estaba pactada y cerrada con la Unión Europea hasta 2.018, el nuevo Plan del Carbón no tenía por qué ser tan brutal, pero el objetivo del ministro y del Gobierno de Rajoy era y es cerrar las minas lo antes posible.

El presidente de la Junta se lleva el chaparrón
No solamente no estuvo el ministro, sino que no hubo ningún representante del Gobierno central, ni secretario de Estado ni Director General que representara al ministro, ausencia que desde Moncloa se justifica diciendo que el ministro de Industria estuvo el día del accidente en León (capital). La máxima autoridad presente en el funeral fue el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP), quien acompañado por el delegado del Gobierno, tuvo que aguantar los abucheos, gritos de "sinvergüenzas" y reproches como "solo vienen a hacerse la foto, sacadles guapos". En representación del PSOE asistió el número tres del partido, Óscar López, por IU Gaspar Llamazares, así como los dirigentes nacionales de las federaciones mineras de UGT y CCOO. Preguntado por las críticas, Herrera respondió "vamos a respetar a todo el mundo, es un momento de mucho dolor".

Por otra parte en el Congreso de los Diputados se guardó hoy un minuto de silencio por los mineros fallecidos, momento que los diputados de IU aprovecharon para cantar el 'himno' de los mineros, la canción de Santa Bárbara, patrona de la minería. Tanto Rajoy como Rubalcaba aprovecharon sus intervenciones sobre la última cumbre europea para mostrar sus condolencias a las familias de los fallecidos.

Que se investigue el accidente
Uno de los momentos más duros vividos en el transcurso del funeral fue cuando una mujer tomó la palabra para exigir que se investiguen las causas del accidente y lanzó duros reproches contra el director general de la explotación minera. Lo cierto es que las causas de la tragedia comenzarán a investigarse a partir de hoy, cuando ya han podido entrar en el pozo los técnicos. El grisú, conocido por los minero como "asesino invisible" (porque es invisible, no huele y no se oye) es un gas que se acumula entre las capas de carbón, que se libera si hay un "derrabe" de carbón (avalancha) y que provoca la muerte por asfixia en segundos o puede provocar graves deflagraciones si se produce una chispa.

El pozo donde ocurrió la tragedia es uno de los más modernos de España y contaba con las medidas de seguridad obligatorias, como tubos de ventilación y alarmas de señales acústicas y luminosas que saltan cuando aparece el grisú. La Hullera Vasco Leonesa, empresa donde tuvo lugar el accidente, ha sido siempre respetada por los mineros porque cuidaba las medidas de seguridad. Mineros y técnicos coinciden en que el accidente es "extraño" y que algo tuvo que fallar, o la ventilación o los detectores del gas o ambas cosas a la vez.