Los enfermos, los pacientes que acuden a las consultas de la sanidad pública lo saben: a los recortes oficiales y copagos impuestos por el Gobierno del PP se suma un recorte encubierto, que no se publica en el Boletín Oficial del Estado y que aumenta día a día: se ha reducido el presupuesto sanitario para personal, por lo que hay menos médicos y enfermeras, por lo que las listas de espera se disparan. Y otro recorte encubierto, tratamientos con fármacos caros que recomiendan los médicos pero que no autorizan los responsables políticos. Lo saben bien los enfermos de cáncer o hepatitis, muchos de ellos han visto como sus médicos les dicen impotentes que 'no les dejan' darles el medicamento que necesitarían, el más adecuado, porque es muy caro.

Madrid: 7 meses sin mamografías para 30.000 mujeres
Hasta 30.000 mujeres madrileñas de edades comprendidas entre los 50 y 69 años, y por tanto incluidas en población de riesgo de cáncer de mama, llevan 7 meses sin poderse hacer las mamografías preventivas. Y todos sabemos que en el combate contra el cáncer unas semanas de más o menos en su diagnóstico y detección son fundamentales para el combate contra la enfermedad. El "Programa de detección precoz de cáncer de mama" ha sido suspendido temporalmente porque el Gobierno madrileño, en manos del PP, realiza este programa en clínicas privadas con las que ha firmado un concierto económico. Desde el mes de marzo no se hacen y tras hacerse pública la situación, el consejero de Sanidad  Javier Fernández Lasquetty, ha tenido que comparecer ante la prensa para afirmar que el retraso se debe a "un error administrativo".

Recortes encubiertos en todas las Comunidades
Pongamos como ejemplo Castilla y León, gobernada por el PP pero que más de una vez ha criticado los copagos sanitarios. Pues bien los recortes en personal han provocado listas de espera de años en operaciones de cadera y cataratas, por poner dos ejemplos. ¿Dónde está el truco? pues cierran la agenda de médicos y cirujanos y no apuntan a nuevos pacientes durante meses. Un ejemplo concreto es de el Hospital Comarcal de El Bierzo (Ponferrada, León), donde el equipo de traumatología cerró las citas para consultas el pasado mes de junio y aunque el médico de cabecera derive a un paciente al hospital, si no ingresa por urgencias con fracturas o lesiones similares, no se le cita hasta el próximo mes de enero. Y aún más, si, por ejemplo, a partir de enero conseguida la consulta le dicen que tiene que operarle la cadera, le advierten que la lista de espera es de dos años. Total, que o te rompes la cadera o a esperar años.

Tratamientos de última generación que no se dan
Lo sufren los pacientes y los médicos especialmente en tratamientos para enfermedades graves o crónicas como determinados tipos de cáncer, hepatitis, leucemia o artritis reumatoide. Los tratamientos de última generación que recomiendan los médicos se deniegan por ser caros. Hay enfermos de cáncer en la Comunidad Valenciana que ya han denunciado que les han retirado el tratamiento que tenían y con el que habían mejorado. Pero en casi toda España hay enfermos de hepatitis a los que el  tratamiento de interferón no les hace efecto y a los que dejan sin tratamiento a la espera de que el Ministerio de Sanidad autorice recetar el nuevo medicamento.