Antoni Camps, diputado del PP en el Parlament balear.



Siempre es más fácil descalificar que escuchar. Se han dado cuenta de ello en el Partido Popular, que ha optado por esta estrategia ante las protestas y huelgas que le crecen como setas alrededor. Lo ha hecho el ministro de Educación en reiteradas ocasiones y a este carro se ha sumado Antoni Camps, diputado del PP en el Parlamento balear y miembro de la Comisión de Educación en la misma Cámara. Ante la huelga que se celebra hoy por el modelo lingüístico impuesto por el Gobierno de José Ramón Bauza, Camps publicó ayer un artículo en El Mundo en el que, además de desprestigiar a los docentes, se permitía el lujo de amenazar señalando que gracias a la huelga se podrá saber "con nombre y apellidos" qué profesores la secundaban.

De hecho, esta aberración era la única parte novedosa del artículo de Camps, que por lo demás es sólo una compendio de lugares comunes y falacias típicas de la derecha contra los profesores: que si trabajan poco, que si ganan mucho, que si tienen trabajo fijo...

Poco trabajo, mucho sueldo
Dice Camps, político profesional, que en esta huelga "la motivación principal es puramente política", como si fuese algo despectivo o incluso prohibido, como ha intentado asegurar hoy el ministro Wert. Y no tarda en decir que los profesores trabajan "mucho menos que el resto de los mortales", y cobran "mucho más que el resto de los mortales". Razones que según él impiden que haya "una motivación de origen laboral para la huelga".

Huelga política
El diputado del PP se queda rápido sin argumentos y vuelve a la acusación de la huelga "política",  ya que según él los profesores son "unos señores interesados solamente en convertir las aulas en un campo de batalla político". "La única obsesión de estos colectivos es poder seguir colgando de las fachadas de los colegios los lazos catalanistas, o poder exhibir sus camisetas verdes", asegura Camps, que tarda medio artículo en hacerse la víctima: "Buscan en los colegios un motivo para hacer oposición al PP, y les importa muy poco si ello perjudica a los alumnos, a los que utilizan, de forma desvergonzada, como escudos humanos para conseguir sus objetivos políticos".

"Bulling a tantos profesores"
A los profesores que se oponen a la imposición educativa del Gobierno que sostiene Camps, el diputado les acusa de "intentar adoctrinar a los estudiantes en el catalanismo radical", así como de hacer "bulling a tantos profesores sensatos, serios, laboriosos, tenaces y rigurosos cuyo único interés es enseñar a sus alumnos, sufriendo, además, en silencio las amenazas y las burlas de estos".

"Con nombres y apellidos"
Pero lo más grave, Camps se los reserva para el final: "Lo positivo de esta huelga es que sabremos, con nombres y apellidos, quienes están preocupados por el futuro de nuestros hijos, y quienes, por el contrario, juegan con los alumnos para conseguir objetivos políticos".

Destitución inmediata
Este extremo sobre todo es el que ha llevado a Esquerra Unida de Baleares ha pedir su destitución inmediata por sus "amenazas públicas" a los profesores en huelga. Esta formación política, en un comunicado, ha asegurado que esta "amenaza de hacer listas negras" tiene similitudes con el 'modus operandi' del fascismo de 1936 o de la Alemania Nazi. "La deriva del PP hacia el autoritarismo caciquil y el pensamiento único nos parece muy preocupante", añade el texto.

Cargo en Comisión de Educación
EU remarca que el cargo de Camps en la Comisión de Educación debería hacerle  respetar el derecho de huelga de los trabajadores, así como conocer la imposibilidad de llevar a cabo estas "graves amenazas". Así, entienden que las declaraciones del diputado "se sitúan claramente fuera de las normas del juego democrático y de la libertad de expresión".