El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre (d), y el de la compañía operadora Renfe, Julio Gómez-Pomar, hoy en la Comisión de Fomento del Congreso. EFE

 

 


Quince días después del descarrilamiento del Alvia en Santiago, que costó la vida de 79 personas, los presidentes de Renfe y Adif, Julio Gómez Pomar y Gonzalo Ferré, han comparecido ante la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el accidente. En intervenciones de hora y hora y media, ambos responsables han ofrecido muchos datos técnicos, pero no parece que hayan satisfecho las expectativas de la oposición. El portavoz de CiU, Pere Macías, les recriminó que no han pedido su comparecencia “para esto”.

El modo de trazado se cambió ocho antes de su estreno
El responsable de Adif, Gonzalo Ferré, se desmarcó de cualquier responsabilidad al señalar que “el trazado original de alta velocidad contemplaba en su inicio un ancho de vía UCI - el internacional que usan los AVE -, pero que el 10 de junio de 2010 los responsables de Adif, con el visto bueno del secretario de Estado de Infraestructuras y del ministerio de Fomento, se decidió instalar el ancho ibérico para su posterior transformación al ancho internacional alegando que se perdía mucho tiempo con los intercambiadores de vías en Ourense y en Santiago".

La curva de Angrois
Según Gonzalo Ferré, para el trazado para la nueva línea de AVE en Galicia se contemplaron tres alternativas y todas ellas incluían la curva de Angrois, en la que se produjo el descarrilamiento. El responsable de Adif precisó que  "le las 300 alegaciones recibidas al trazado durante el periodo de exposición pública ninguna hizo referencia a la curva en cuestión".

Cuatro kilómetros hasta la curva
Ferré también quiso limpiar de cualquier responsabilidad a la compañía que preside al destacar que “la transición entre el sistema ERMTS con velocidad permitida de 200 kilómetros a la hora, y el sistema ASFA, con la limitación a los 80 kilómetros a la hora existente antes de la curva, se produce durante cuatro kilómetros, suficiente para llevar a cabo la transición". El sistema ASFA solo frena el tren si circula a más de 200 kilómetros por hora, que no fue el caso del tren accidentado, que iba a 192 km/h.

Ahora el tramo está limitado a 30 Km/h
El presidente de Adif ha anunciado que, tras el accidente, se tomaron todas las medidas de seguridad técnicas en la vía, incluidas balizas que ahora limitan a 30 por hora la circulación en ese punto kilométrico. "Hemos puesto en revisión toda la seguridad. Nuestro departamento elabora un informe exhaustivo del accidente", ha afirmado. "La seguridad en el sector ferroviario es una asignatura continua y no lo vamos a olvidar".

Renfe dice que el tren no presentaba ninguna anomalía
Por su parte, el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, también ha descartado cualquier irregularidad por parte de su compañía y ha asegurado que "no consta en los registros de los centros de seguimiento ninguna notificación de anomalía" en el tren siniestrado en Santiago de Compostela y que "no hay constancia de ninguna comunicación" de la compañía con el maquinista.

El maquinista llevaba 8 horas y 46 minutos de jornada laboral
Gómez-Pomar ha señalado que el maquinista llevaba 8 horas y 46 minutos de jornada laboral en el momento del accidente, de las que 2 horas y 42 minutos eran de conducción efectiva, y que ambos periodos están dentro del reglamento.

Según ha dicho el responsable de RENFE, el tren siniestrado había pasado esa misma mañana una revisión, con la que se garantizó el correcto funcionamiento de varios elementos de la máquina, entre ellos los frenos, que estaban en perfecto estado.

La oposición reprocha que se busquen salidas "por la puerta de atrás"
La oposición no pareció satisfecha con las intervenciones. Ascensión de las Heras,  diputada de Izquierda Unida, ha criticado que tanto Adif como Renfe "se apresuraron a culpar al maquinista como único responsable del siniestro" y ha reclamado que no se busquen salidas "por la puerta de atrás", ya que quedan muchas responsabilidades técnicas y políticas "que dirimir", informa la SER.

La diputada del BNG Rosana Pérez ha pedido una subcomisión de investigación en el Congreso y ha destacado que la zona de seguridad más avanzada no cubriera la zona del siniestro.