"Rajoy dirá lo que quiera, hablará de economía, de la ley de transparencia o de medidas para hacer frente a la corrupción.., pero no podrá evitar que el protagonismo en el debate lo tenga ese día el tema por el que se ha visto obligado a acudir al Parlamento: el caso Bárcenas, la corrupción del PP... ". Cuando les ha preguntado ELPLURAL.COM, en la sede socialista de Ferraz tienen claro el escenario que se va vivir en el Congreso el próximo jueves. Lo mismo nos han venido a decir en Izquierda Unida y en otros grupos de la oposición: No dejarán que el presidente se escape moviéndose a la defensiva y poniéndose 'de perfil'. Pero no es menos cierto que los grupos reconocen tener sus propias estrategias y nadie ve probable un gesto, 'una foto', que mostrara la unidad de 'todos contra el PP'.

Rajoy pone en peligro la propia credibilidad de la democracia
Desde este pasado fin de semana Alfredo Pérez Rubalcaba se afana en ultimar su intervención del próximo jueves. Como es su costumbre, el líder socialista escribe su propio discurso en solitario, y va pasándolo para que le dé ideas su equipo más cercano. Apenas tres o cuatro personas. La vicesecretaria general, Elena Valenciano; su consejero personal, que le acompaña desde hace años, algún asesor para algún tema concreto y muy poca gente más.



Lo que nos adelantan de ese discurso es que "será duro y claro": Rajoy tiene que dimitir y dar paso a un Ejecutivo que asegure mayor credibilidad a las instituciones. Esa es una de las preocupaciones que tienen en el PSOE. El desgaste que sobre los políticos, la política y la propia democracia está trayendo 'la crisis Bárcenas': "es una de las cosas que debiera pensarse Rajoy, la distancia que está creando entre la gente, que ya desconfía de todo y de todos, y si le compensa continuar quebrando el sistema por salvarse él".

Rajoy y Rubalcaba no han vuelto a hablar, con la excepción de un mínimo contacto para hablar del accidente ferroviario
La relación entre los dos partidos está tan rota como anunciaron los socialistas que lo estaría después de conocerse el intercambio de sms entre el Presidente y Bárcenas que publicó El Mundo. "Están muy cabreados (en el PP) con nosotros por haberles forzado a comparecer en el Congreso para hablar de Bárcenas", nos dicen en Ferraz.

Rajoy y Rubalcaba, que se llamaban con relativa frecuencia, no han vuelto a hacerlo con la excepción de un mínimo contacto para  hablar el accidente ferroviario de Santiago. Tampoco lo han vuelto a hacer las números dos del Ejecutivo y del PSOE, que también mantenían una fluida comunicación: Soraya Sáenz de Santamaría y Elena Valenciano sólo han intercambiado un par de sms a raíz también del descarrilamiento. Nada más.

Limpieza.., sin efecto retroactivo
En el PSOE quieren escuchar primero a Rajoy, pero no se engañan. Entienden que lo más probable es que el Presidente no haga otra cosa que negar las acusaciones de Bárcenas y lanzar sobre el hemiciclo propuestas para endurecer las medidas contra la corrupción.., aunque 'sin efecto retroactivo'. Se preparan para ese escenario, con una petición concreta: "Seguro que propondrá transparencia y volverá a proponer las medidas anticorrupción que ya propuso en febrero..., pero que sólo aplicarían de ahora en adelante. No cuela -nos dice contundente un importante líder socialista-".

El mismo portavoz pide altura de miras al Presidente del Gobierno: "Lo que tiene que hacer es muy duro.., pero Rajoy debe darse cuenta de que se juega más que su puesto, se juega la credibilidad de la democracia... La disyuntiva que se le plantea, y lo que le vamos a exigir, está claro: tiene que irse sí o sí. Si niega, le pediremos que se vaya por mentirnos; y si dice la verdad tendrá que dimitir porque se verá que llevan haciendo trampas 25 años financiando ilegalmente las campañas electorales y cobrando sobresueldos ilícitos".

Izquierda Plural continuará su campaña de "Rajoy, váyase y convoque elecciones"
Pero el escenario más que probable es que Rajoy, muy en su estilo, intente navegar sobre la tormenta protegido por la mayoría absoluta con la que cuenta en el Congreso. Los demás partidos parlamentarios temen que no otra cosa estén preparando el Gobierno y el Grupo Popular ¿Qué hará en ese caso la oposición?

En Izquierda Plural anuncian que "a nivel parlamentario poco más podemos hacer... Nosotros lo que hemos aprobado es prolongar la campaña que iniciamos en marzo pidiendo la dimisión de Rajoy y el adelanto electoral". ¿Un gesto común de toda la oposición? En Izquierda Plural no lo ven posible: "cada uno tiene su camino..., el PSOE primero pidió la dimisión de Rajoy, después firmó el pacto por Europa, más tarde habló de presentar una moción de censura condicionada... No vamos a seguir ese camino".

PP y CiU votarán juntos en el Congreso la ley de Transparencia ¿a cambio de qué?
Los socialistas también dicen que no acuden al Congreso con una decisión predefinida. "Queremos escuchar a Rajoy, que es verdad que cuenta con una mayoría absoluta que impide que le forcemos a irse..., pero también hay que escuchar a los demás grupos de la oposición". Los socialistas ironizan sobre 'el valor' del PP, que el día antes al debate sobre el caso Bárcenas va a aprobar, de acuerdo con los nacionalistas, la ley de Transparencia. "Con la que está cayendo en Cataluña, con Mas tirado al monte, qué le habrá prometido el PP para asegurarse su apoyo  a la ley de Transparencia... donde nos van a dar el espectáculo de ver a dos partidos bajo investigaciones por corrupción aprobando una ley de Transparencia", nos dice una fuente socialista del Congreso.

Con ese único condicionante, escuchar a los demás grupos y al Presidente del Gobierno, los socialistas dicen a este periódico que no descartan ninguna medida parlamentaria, incluida la de una moción de censura a la vuelta de agosto, aunque quitan importancia a la fórmula que empleen para continuar exigiendo a Rajoy que afronte sus responsabilidades en el Congreso ¿Y si el PP se escuda en su amplia mayoría absoluta? "Ellos verán..., pero ya están sufriendo una sangría que se refleja en las encuestas. Y el PP no es sólo Génova, también están los alcaldes y presidentes de Comunidades Autónomas que quizás no estén tan dispuestos a asistir al estrangulamiento creciente a que les somete Bárcenas con su chantaje".