La estrategia de comunicación del Gobierno y del PP en economía está clara desde el pasado mes de mayo es clara: ya se ve la luz al final del túnel. Se trata, en primer lugar, de desplegar un moderado optimismo siguiendo la tesis de que con la población hundida en la depresión y el miedo, el consumo no tira y la crisis se agrava. Y, en segundo lugar, de no emplear el término 'brotes verdes'. Los datos de la economía española no es que sean malos, es que son peores, pero el Gobierno y su potente apoyo mediático publicita fundamentalmente dos cosas: que la balanza comercial es buena y que la EPA que saldrá esta semana también. La realidad ofrece datos preocupantes que se ocultan detrás de esos titulares.

Balanza comercial y EPA
El Gobierno filtra desde hace días que la Encuesta de Población Activa (EPA) que se publicará mañana martes es "muy buena", bajará el paro y se creará empleo neto por primera vez en dos años. El gran titular es que el paro ¡bajará de los seis millones!, se quedará en 5 millones y pico, muy cerca de los 6 millones. Ni un solo gobernante y ni un solo economista en su sano juicio puede afirmar que tener 5 millones y pico de parados y una tasa por encima del 25% es una buena noticia. Es un drama sin precedentes y una situación explosiva. Siempre es buena noticia que baje el paro, pero decir que casi seis millones de parados es un buen dato (ABC, La Razón, RTVE, Intereconía etc.) es una solemne aberración económica y científica.

En cuanto a la balanza comercial, que es la diferencia entre los que se gasta un país en importaciones y exportaciones, sí se ha equilibrado, pero lo que no cuenta el Gobierno es que lo ha hecho por el cerrojazo brutal a las importaciones. Ni importamos lavadoras, ordenadores, ropa o calzado porque no tenemos dinero. Así que la balanza comercial se ha equilibrado por la crisis y no porque estemos saliendo de la crisis. Cuando la economía iba bien, España importaba productos de todo tipo y por un enorme  monto económico.

'Flor de invernadero', dice De Guindos
A fuerza de tanto repetir lo de la 'luz al final del túnel', especialmente por Montoro, Luis de Guindos y el propio Rajoy, el ministro de Economía ha encontrado un nuevo símil para sustituir los 'brotes verdes' de la ex vicepresidenta económica socialista Elena Salgado.  El símil utilizado por Luis de Guindos no tiene de momento mucho éxito, probablemente por ser un pelín cursi: 'flor de invernadero'. Así es según el ministro la recuperación económica, porque él ya habla de recuperación. Falta por ver como aguantaría la 'flor de invernadero' su salida del plástico y las inclemencias del tiempo.

Los economistas discrepan
A lo largo de todo el fin de semana economistas y analistas de todo signo han sido consultados por varios medios de comunicación para que explicaran si estamos o no al final del túnel o sí hay 'flor de invernadero'. La opinión es unánime, hayan hablado para El País o El Mundo, sean de derechas, de izquierdas o de centro. Ni hemos salido de la crisis ni estamos saliendo de la crisis, como mucho solo unos pocos afirman que hemos dejado de caer, pero es que desde que Rajoy ganó las elecciones todos los indicadores económicos empeoraron y año y medio después ha empeorado todas las cifras que heredó de Zapatero.

Precisamente fue en una comentada entrevista a El País donde el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que la recuperación ya está aquí y se refirió a ella como "una flor de invernadero que hay que cuidar". La entrevista fue comentada por pelota: titular de portada a cinco columnas el día de los sms de Rajoy a Bárcenas. Días después de esa entrevista, la Fundación de Economía Aplicada (FEDEA) hizo público un informe titulado -el informe FEDEA- "¿Estamos saliendo de la crisis?", para FADEA  la respuesta es breve, rápida y contundente: "No". Juan Rubio, catedrático en la Universidad de Duke y directivo de FADEA, recalcó que "no hemos salido de la crisis" porque el fin de una recesión económica no se puede medir solo por el dato del PIB de dos trimestres consecutivos, sino que se han de mirar otros muchas más indicadores, como por ejemplo el paro y la creación neta de empleo.