Un cocinero 'multiusos'
En concreto, esa empresa a la que estaba adscrito el cocinero era la Agencia Valenciana de Turismo, que realizó un ERE el pasado mes de febrero. En esta Regulación de Empleo se suprimieron 32 puestos de trabajos, entre ellos el de este trabajador, que desde la Agencia de Turismo se encargaba de preparar y supervisar todo tipo de comidas de la Generalitat. Entre ellas las cenas oficiales y de trabajo de Alberto Fabra, pero también, como desvela en su edición de hoy el diario valenciano Levante, otro tipo de servicios.
Por ejemplo, las cenas que durante los tiempos de presidente de Francisco Camps se conocían como "cenas clandestinas", en las que Camps y sus consellers y seguidores más cercanos se reunían para buscar estrategias para hacer frente al escándalo de la Gürtel.
20 asesores..., literalmente personales
O también para dar de comer a los tertulianos que acudían al programa DBT, el espacio de debates de Canal 9, el canal autonómico valenciano. Tertulianos que previamente eran recibidos casi todas las semanas en el Palau por Camps, y agasajados con una cena.
Con éste, ya son veinte los 'asesores personales' con los que cuenta Alberto Fabra en Presidencia. Un concepto éste de 'asesor' que para Fabra parece ser muy amplio, ya que hace tan sólo diez días, como les informamos en este periódico, tuvo que asumir el pago de su 'entrenador personal', que le iba a contratar y pagar (20.000 euros en concreto) la Generalitat con el dinero de los contribuyentes. Una asunción de pago que sólo se produjo después del escándalo que se montó en los medios tras conocerse la noticia.
"Indignidad e indecencia"
El portavoz de los socialistas valencianos en las Corts, Rafael Rubio, ha calificado la decisión de Fabra de "indignidad e indecencia", subrayando su escándalo preguntándose "a parte de un entrenador para reforzar su liderazgo y un cocinero para que le suministre la comida que considera, mientras tenemos graves problemas de alimentación un sector de la población infantil". Los socialistas también apuntan el hecho de la posible ilegalidad de la medida: "no deja de parecer un fraude de ley -ha dicho Rafael Rubio- que una persona (un cocinero) ocupe un puesto que se entiende que es para asesorar en las funciones del presidente".