No sólo los medios de comunicación fieles al Partido Popular han redoblado sus ataques a la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) y su portavoz, Ada Colau. Los tertulianos y opinadores fieles a la doctrina genovesa han calcado las ofensas y las insinuaciones de Cristina Cifuentes desde sus columnas de opinión y los debates en los que participan, como en El gato al agua de Intereconomía, donde se tildó a Colau de nazi, fascista y kale borroka.

Román Cendoya, periodista de Intereconomía y asiduo defensor de tipos como Luis Bárcenas o Francisco Correa, se despachó a gusto con la portavoz de la PAH. "A mí me gustó Ada Colau cuando compareció en el congreso, pero me engañó, detrás de eso lo que hay es una nazi y una fascista (...) ¿Quién es Ada Colau para decir 'perseguiremos a los diputados'? ¿Quién la ha elegido? Es pura kaleborroka".

"Persecución nazi"
Hermann Tertsch, también presente en la tertulia, subrayó que "parece un juego y es una persecución nazi" y aseguró que los miembros de la PAH "marcan los domicilios [de los diputados] como marcaban los nazis a los judíos". El periodista también vinculó las protestas de la plataforma con la derrota del PSOE en las elecciones del 20N: "Un fracaso de la izquierda causa que la izquierda extraparlamentaria salga a la calle y eso lleva al terrorismo urbano como en Alemania o Italia".

El Gobierno con más respaldo
Tertsch también dedicó su artículo de ayer en ABC a los escraches y exige que los políticos de todo signo rechacen esta práctica, pero "Cayo Lara, pero también sindicalistas y socialistas, hablan de tomar la calle para imponer su voluntad a un Gobierno que cuenta con el máximo respaldo jamás habido en nuestra democracia".

"Sembrar el terror"
"Aquí se trata de echarles un pulso al Estado y al Gobierno. Y de sembrar el terror. La socialización del sufrimiento fue una estrategia etarra de éxito, recuerden. No es otra la que ahora pretende sembrar el miedo. Desde una vocación inequívocamente totalitaria y violenta", concluye el periodista.

Más socialización
También un columnista de ABC, Ignacio Camacho, calcó ayer los argumentos de sus compañeros en la tertulia de Onda Cero  al asegurar que los escraches recuerdan a "la socialización del sufrimiento de infama recuerdo". Basándose en que "a estos caballeros del 'escrache' no les he visto hacer nunca un 'escrache' contra los testaferros de ETA" aseguró que "hay vasos comunicantes" y "corrientes de simpatía" con la banda terrorista.

"Las hordas de Colau"
Y sin salir del periódico monárquico encontramos el artículo de Edurne Uriarte, que en un alarde de originalidad asegura que "las hordas de Ada Colau"  se indignan "cuando se les indica que en España sabemos mucho de señalamiento y acoso domiciliario a través de la experiencia vivida con la persecución etarra". Y especula con cómo se sentirían estas "hordas" si a ellos les acosasen si fuesen ellos los acosados: algo muy difícil "más que nada porque la extrema derecha es irrelevante en España mientras que la extrema izquierda es crecientemente fuerte".