El Gobierno alemán aprobará un proyecto de Ley en el que se ponen nuevas normas de juego para el negocio bancario, y esas nuevas normas incluyen penas de cárcel para los banqueros irresponsables que se embarquen en operaciones de alto riesgo que acaben provocando perjuicio a la economía. Incluirá penas de hasta cinco años de cárcel para quienes aprueban inversiones de forma poco fundamentada que terminen en fracaso o ruina. El objetivo es evitar crisis financieras como la desatada en 2008 en Estados Unidos y que arrastró a toda Europa por prácticas engañosas, cuando no estafas puras y duras, de los grandes gigantes financieros.

La banca alemana protesta
Aunque el Gobierno de Merkel es de derechas -muy de derechas- los banqueros alemanes ya han protestado: a los banqueros de todo el mundo lo que les gustaría es hacer negocios sin ningún tipo de control, sabedores de que cuando quiebran el sistema, como lo hicieron en 2008, luego son rescatados con dinero público.

La Asociación Alemana de la Banca ya ha dicho que la nueva Ley podría acarrear una disminución del nivel del crédito disponible e insiste en que los bancos alemanes ya son cautos y prudentes a la hora de dar créditos. Es así en el caso de los créditos hipotecarios y al consumo, pero no en los productos financieros de alto riesgo, por eso la nueva Ley dice que "el quebrantamiento de las obligaciones de los responsables de gestión de riesgo será perseguido por la vía penal cuando esto ponga en peligro la propia pervivencia de la entidad o el cumplimiento de sus compromisos". Y las pensa serán de hasta cinco años de cárcel.