El Gobierno no compensará a los pensionistas por la desviación del IPC, que se sitúa en el 2,9%, según el dato de noviembre dado a conocer hoy, que es el que se utiliza como baremo. El anuncio lo ha hecho la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Con esta decisión, Mariano Rajoy incumple la única promesa que había mantenido hasta ahora, después de saltarse su programa electoral con la subida del IVA,  los recortes en Sanidad y Educación, el abaratamiento del despido y la reducción del paro.

El 22 de noviembre, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, había afirmado en el Senado, que no le constaba que lo que establece la norma para la revalorización de las pensiones, es decir, la subida de acuerdo con la desviación del IPC, se vaya a modificar. Con su decisión el Gobierno incumple la ley de la Seguridad Social, según la cual las pensiones deben ser revalorizadas si la inflación del mes de noviembre supera la subida aplicada ese año.

Subida de 1% y 2%, según el importe de la pensión
El Ejecutivo ha aprobado para 2013 un incremento de las pensiones de un 1%, que supondrá un coste de 1.513 millones de euros, es el mismo aumento que se adoptó para el año en curso. La subida será del 2% para los pensionistas que cobren menos de 1.000 euros.

"La prioridad"
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha dicho que la decisión ha sido "muy difícil"  y que es consciente del esfuerzo que se pide a los jubilados, que -ha reconcido-  son la "columna vertebral" de muchas familias en estos momentos de crisis, pero ha antepuesto a estas  "la prioridad del país", que es cumplir con el compromiso de déficit. Un objetivo que ha subrayado como prioritario para salir de la crisis y poder volver a crecer y crear empleo. La actualización de las pensiones con el IPC habría tenido un coste para el Estado de 3.800 millones de euros.