Según De Guindos, el grupo financiero debe aumentar sus provisiones en unos 7.100 millones y además tendrá que atesorar unos 1.900 millones para contar con un colchón de capital que le cubra mejor contra el riesgo inmobiliario. Eso eleva el saneamiento total a 9.000 millones, aunque ello no significa que esa tenga que ser la cantidad que aporte el Estado. Asegura que la premisa es apoyar su saneamiento con dinero estatal para poder recuperar luego los fondos públicos aportados.

A la espera de "depurar" responsabilidades en Bankia
A la hora de depurar responsabilidades en el colapso de Bankia, integrada por entidades que llevan años gestionadas por el PP, De Guindos insistió en que "ahora vamos a empezar a depurar todos los errores, cuando se habla de provisiones y de capital lo que hacemos es reconocer errores de valoración, de concesión de crédito y de decisiones de inversión". Para él, "Bankia es un caso de esos errores. La fusión de las entidades no era la más adecuada ni la salida a Bolsa, y ahora tenemos que ir corrigiendo", dejó caer.

El Gobierno apoyará "plenamente las necesidades de capital"
En su comparecencia, el ministro anunció también que el nuevo equipo gestor deberá reducir el número de miembros del consejo de administración de Bankia y BFA y renovar a los actuales miembros y presentar un plan de viabilidad en menos de un mes para que el Estado pueda aportar el dinero necesario, después de tomar el control del grupo a través del canje de la ayuda de 4.465 millones que recibió cuando se creó. Ese plan, que deberá ser aprobado por el Banco de España, recogerá los fondos que necesita el grupo para acometer el saneamiento de su riesgo inmobiliario, unos 9.000 millones, y para permitir que las cuentas de 2011 se firmen "sin salvedades de los auditores". Por eso será clave saber a cuánto asciende el agujero del grupo, que fue el motivo para que la auditora no firmara las cuentas, con el fin de dilucidar cuánto dinero deberá aportar el Estado. El Gobierno insiste en que apoyará "plenamente las necesidades de capital que resulten del plan de viabilidad que se presente".

Dinero para tapar el agujero
En primer lugar, el Estado canjeará la ayuda de 4.465 millones concedida a cambio de la toma de control de la matriz de Bankia, en cuanto tenga una valoración del grupo y el visto bueno de la UE y después aportará el dinero para recapitalizar al grupo. En una primera ampliación se reforzará BFA mediante una ampliación de capital plenamente suscrita por el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y después se recapitalizará también su filial, Bankia, con otra ampliación. Como en este último caso se trata de una entidad que cotiza, De Guindos explica que en esta ampliación de capital, los actuales accionistas tendrán derechos de suscripción preferente y estará asegurada en su totalidad por la cabecera del grupo BFA, que es quien controla el 45 % de Bankia. Así, al final del proceso, el grupo BFA-Bankia será "un banco controlado por el Estado y una de las entidades más solventes y saneadas, de forma que pueda aprovechar todo el potencial de crecimiento y rentabilidad de la entidad", resumió el ministro. De Guindos subrayó que los depósitos de los clientes del grupo están totalmente garantizados.