La puesta de largo de Economistas Frente a la Crisis ha llegado en un buen momento. Esta asociación pretende lanzar el mensaje de que la economía está al servicio de los ciudadanos y no al revés y de que la gestión de las turbulencias es ideológica en la dirección ultraliberal, cuando existen alternativas que no pasan por el desmantelamiento del Estado de Bienestar. Durante la presentación se ha recordado reiteradamente la gran paradoja de este crack económico, que teniendo su origen en la desregulación financiera ha acabado pasando la factura a los ciudadanos y señalando a las deudas soberanas como culpables -aún cuando como en el caso de España el problema sea de deuda privada- para aplicar las recetas de adelgazamiento estatal.

Una novedad a la constatación del drama: la posibilidad de un viraje
Pero esta vez, además de constatar la evolución fatalista de una gestión de la crisis que cuestiona el Estado de Bienestar y aboca a la recesión complicando los pagos de deuda precisamente por el exceso de austeridad - constataciones reiteradas desde hace ya dos años en los análisis progresistas- también aparecían luces. Concretamente las que se concitaban en torno a uno de los intervinientes, Arnaud Montebourg, representante especial de Françoise Hollande para la elección presidencial y diputado socialista francés. Montebourg ha recordado que el candidato socialista a la presidencia francesa pretende una firme alternativa a la gestión de la crisis de 'Merkozy', apelando a la "solidaridad" con los países de la UE que más están sufriendo y reclamando un papel del Banco Central Europeo (BCE) más activo y no obstinado como ahora en una inflación que es moderada y aparece en cualquier caso como un problema menor ante otros más acuciantes como el paro o el todavía congestionado sistema financiero. Los problemas de sus vecinos cercan ya a Alemania y sobre todo a Francia, que se resienten de la debilidad generalizada de su entorno.

"No lo reconocerán..."
Uno de los promotores de Economistas frente a la crisis, Jorge Fabra Utray, ha sintetizado así esas expectativas de posibilidad de un viraje en las políticas de la UE con una Francia con Hollande: "Vuestra suerte es la nuestra: la de los ciudadanos europeos". Cuando hasta el FMI admite la necesidad de crecimiento, es que la UE no puede esconder la cabeza más tiempo y ya se levantan cada vez más voces en la Unión, incluidas conservadoras como la del italiano Mario Monti, para pedir mayor flexibilidad en los plazos para reducir los déficits. El debate está sobre la mesa y Alfredo Pérez Rubalcaba ha ido más allá ironizando sobre la conciencia creciente también en España sobre la necesidad de un cambio de rumbo en la UE y de urgentes estímulos: "No lo reconocerán, pero Hollande es el oscuro objeto del deseo de la derecha española".

"No se trata de no subir el Tourmalet, sino el cómo"
Rubalcaba ha celebrado el cambio de tendencia, al menos en el debate público y político: "Se vuelve a plantear la necesidad de crecer, se habla de los eurobonos con naturalidad cuando antes era pecado, o de la tasa a las transacciones financieras...". Aunque la austeridad y el objetivo del equilibrio presupuestario no se discute: "Tienen que darnos mas tiempo. No se trata de cuestionar el fin sino la velocidad". "No se trata de no subir el Tourmalet, sino en cuánto tiempo y cómo lo hacemos, si solos o en pelotón", apuntó en un símil ciclista. El líder socialista insistía así en su intervención del martes en el Congreso para defender las enmiendas a los presupuestos del Gobierno, advirtiendo de la imposibilidad de cumplir el objetivo del 3% de déficit para 2013 y reclamando flexibilizar los plazos.

Si el PP no cumple el objetivo... ¿habrán mentido a Bruselas?
El líder socialista ha acusado al Gobierno del PP de pretender con sus políticas ser "más alemanes que los alemanes". Y ha advertido de que los de Rajoy pueden estar tirando piedras sobre su propio tejado al acusar al anterior Ejecutivo de engañar con los datos de déficit: "Se dieron los datos que había, al final de año la economía se paró, los ingresos cayeron y los déficits de las comunidades se desviaron. Ahora con la recesión al PP también se le puede ir el objetivo de déficit, ¿le dirán entonces en Bruselas que han engañado?".

'Deseos' que dejan ver algunos ministros ante la imperturbabilidad de Rajoy
En España, "uno de los pocos temas en los que la izquierda y la derecha están de acuerdo" es la necesidad de la victoria de Hollande, según Rubalcaba. Este jueves sin ir más lejos, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho que la UE "no nos puede pedir perder 40 kilos y correr el maratón" y que este mensaje "intentaremos traducirlo al alemán para que llegue a donde tiene que llegar". Margallo también se permitió criticar la falta de reacción de Merkel en la víspera de la visita de Rajoy a la canciller en Berlín, y su presidente le desautorizó mandando sus palabras "a la historia". Este jueves, a contracorriente de las voces crecientes que piden cambios a Alemania, Rajoy ha reivindicado como suyas las recetas de Merkel. Si el presidente alberga algún deseo de cambio de rumbo, de momento lo reprime muy bien. En el caso de que gane Hollande y se pueda aglutinar una fuerza alternativa a la germana, se podrá ver si el Gobierno español colabora con ella o si se siente realmente a gusto con la dureza y el ritmo de los recortes actuales y el papel pasivo del BCE, alienándose nuevamente con la dieta alemana de inanición y ejercicio extremo.