En marzo, el Supremo anunció la anulación de la condena a 7 años de prisión dictada en junio de 2010 por la Corte de Apelación de Palermo y dispuso que se celebrara un nuevo juicio en segunda instancia por encontrar un "vacío de argumentación" en esa sentencia en lo referente al período comprendido entre 1977 y 1982. Pero considera, según se puede leer ahora en las motivaciones de su decisión, que los jueces de Palermo que condenaron a Dell'Ultri no se equivocaron al identificar el acuerdo alcanzado con la mafia a través del senador antes de que Berlusconi entrara en política a principios de la década de los años noventa.

Contratación de Mangano
En las motivaciones, la Alta Corte se refiere en concreto a la contratación, con la mediación de Dell'Utri, del fallecido mafioso Vittorio Mangano para que trabajara para Berlusconi con el fin de garantizar la seguridad del entonces empresario, aunque aparentemente como mozo de cuadras. "Independientemente de las reconstrucciones hechas por los llamados (mafiosos) arrepentidos, (esta contratación) ha sido perfilada de modo congruente por los jueces en cuestión como indicativo, sin posibilidad de alternativas válidas, de un acuerdo de naturaleza protectora y colaboradora alcanzado por Berlusconi con la mafia a través de Dell'Utri", afirma el Supremo en la sentencia.

"Sumas considerables"
Los jueces del Alto Tribunal aseguran además que Berlusconi, en "calidad de víctima" y en la época de empresario, pagó "sumas considerables" de dinero a la mafia a cambio de ese acuerdo de protección para él mismo y su familia. El Tribunal de Apelación de Palermo, que con su sentencia rebajaba en dos años la condena en primer grado, ya había establecido que no existían pruebas suficientes de que entre Dell'Utri y la Cosa Nostra se estipulara un pacto político-mafioso.

"Vacío de argumentación"
El Supremo anuló la condena de segundo grado el pasado marzo y dispuso que se repitiera el juicio en apelación al considerar que para los años que van de 1977 a 1982 existe un "vacío de argumentación" en la sentencia de los jueces de Palermo, pues en esa época Dell'Utri supuestamente no trabajaba para Berlusconi, sino para otro empresario. "Existe un total vacío de argumentación en lo que respecta a la posible incidencia de tal alejamiento sobre la permanencia del delito ya cometido", afirma el Supremo en su sentencia.

Siete años de juicio
En primera instancia el proceso se prolongó durante más de siete años y en él fueron llamados a declarar cerca de 270 testigos, entre ellos el propio Berlusconi, aunque se acogió al derecho de no responder.