Los magistrados de la sala II incluyeron por cierto, entre sus consideraciones, algunas observaciones en torno a prácticas totalitarias atribuidas a Garzón que desbordan con creces el más mínimo sentido común. Mezclar a Garzón con el totalitarismo no sólo es una afrenta personal, sino un insulto a la inteligencia contra quien pretendía investigar los crímenes del general Franco y quien estuvo a punto de detener al general Pinochet.

Los negros de EEUU, cáncer social
El abogado Jorge Trías Sagnier escribió, en su Blog, el otro día, que intentando averiguar qué pensaban algunos jueces de la Sala Segunda sobre los totalitarismos, se encontró con que habían absuelto a individuos autores de frases tales como que “el judío no es creador, es destructor, va a destruirlo todo, también la tierra” o “los negros de Estados Unido se han transformado en un auténtico cáncer social” .

Vergüenza colectiva
Provoca una profunda vergüenza colectiva que la Justicia pueda perdonar semejante género de frases, éstas sí, propias de cerebros atrapados por teorías fascistas o nazis. O, si se prefiere, por teorías xenófobas o racistas. Describir a Garzón en su condena como si fuera un totalitario debería ser motivo de gravísimas rectificaciones en cuanto al proceso judicial impulsado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Estupefacción
Pero, al margen de tamaños episodios, no podemos silenciar la estupefacción que produce las coincidencias –probablemente casuales, aunque no lo parezca- entre magistrados que juzgaron las escuchas Gürtel y varios abogados defensores de ciudadanos imputados en la mencionada trama corrupta, más o menos una trama cercana al PP. ELPLURAL.COM destapó el viernes esas coincidencias equívocas y significativas entre algunos jueces y ciertos abogados defensores.

Totum revolutum
Hoy publicamos más datos que tienden a ratificar un cierto totum revolutum de magistrados de la Sala Segunda y abogados contratados por imputados o implicados en la Gürtel. La imagen de la Justicia se resquebraja ante la opinión pública cuando se entrelazan, voluntariamente o no, los jueces y abogados. Y es que la tarea de los jueces y la de los abogados no es la misma. Ni debiera serlo nunca.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM