Isabel Carrasco se gastó 179,82 euros en un tratamiento de belleza el 2 de abril de 2011 pagándolo con la tarjeta de crédito asociada a la cuenta que la Diputación abre a cada partido con representación para que asuma sus gastos de protocolo. Así lo cuenta este miércoles el digital 20 minutos. El periódico intentó recabar su versión sobre este sorprendente cargo a las arcas pública sin obtener respuesta.

12 cargos y uno más
Esta pluriempleada popular saltó a los medios de comunicación por ocupar 13 cargos públicos, (hasta hace bien poco eran 12, pero ha añadido recientemente el de patrona de la Fundación Centro Nacional del Vidrio Real Fábrica de Cristales de La Granja). Es, entre otras cosas, presidenta del PP leonés, presidenta de la Diputación, concejala del Ayuntamiento de León, consejera de Caja España, miembro de Tinsa, de Viproelco -empresa participada por Caja España-, presidenta del Consorcio del Aeropuerto de León, presidenta del Instituto Leonés de Cultura, presidenta de Gersul -consorcio provincial para la gestión de residuos-, miembro de la Asamblea de Caja España, presidenta del Consorcio Provincial de Turismo...

Pidió el kilometraje del ¡coche oficial!
El pasado mes de diciembre fue denunciada por el PSOE ante el Juzgado número 2 de León por supuesta malversación de fondos públicos. Carrasco utilizó el coche oficial y el chófer de la Diputación, un Audi A6, para asistir a los consejos de Caja España y de sus empresas participadas y pidió a la entidad las dietas por kilometraje "al objeto de ingresarlas en su cuenta personal".

¡Y se sube el sueldo!
No es el único exceso de Carrasco. Tras ser reelegida como presidenta de la Diputación tras las pasadas elecciones municipales, decidió subirse un 13,7% su sueldo. La formación Unión del Pueblo Leonés (UPL) informó por carta al líder del PP de la “escandalosa subida” y de la “provocación” de que en plena crisis Carrasco cobrara casi 80.000 euros anuales.

Su concepto de austeridad
Pero esta dirigente popular tiene su propio concepto de austeridad, y es que ya provocó escádalo cuando, tras burlarse de un estudio sobre la reconstrucción del clítoris de mujeres víctimas de la ablación y presentarlo como un despilfarro, trascendió que el informe había costado mucho menos que la redecoración de su despacho en la Diputación.