Hay otras opinionesEn este sentido, "la defensa de la vida no es una visión católica o cristiana, sino que es una visión propia del sentido común y de la ley natural". Por eso, aunque Fernández es consciente de que "hay otras opiniones", la postura de la Iglesia seguirá siendo la misma, "primero porque la ley de Dios, que es la felicidad para el hombre, marca ese camino, y en segundo lugar porque aquellos que se quedan sin nacer es porque son matados en el vientre de su madre, y esos no tienen ni voz, ni voto, y nunca mejor dicho".
Taparse los ojos"Si hay gente -ha proseguido Fernández- que se tapa los ojos, pues se dará una trompada tras otra" porque, "claro, cuando se quebranta la ley de Dios, cuando se quebranta la ley natural, quien lo sufre es la persona, y las consecuencias son muy duras, como el síndrome post aborto, que cada día es más frecuente".
Por tanto, "a los que gobiernan y a los que gobernarán, la Iglesia les recordará continuamente lo que es el bien del hombre, el bien integral, que en este caso no se corresponde con una simple visión cristiana, como tantas otras, sino que es la verdad y el sentido común del hombre".
También habría que aplicar la ley natural, según el argumento del obispo de Córdoba, en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo, ya que ese tipo de unión "no es matrimonio, ya que la relación entre personas del mismo sexo es una relación de amistad, pero no puede ser matrimonio, porque éste, tal y como lo ha hecho el Creador, es la unión del varón y de la mujer abierto a la vida, y eso en personas del mismo sexo, nunca se da, ni se dará".
Es decir, "no se trata de ir en contra de nadie, pues la Iglesia admite y acoge a todos, tengan las tendencias que tengan, pero hay cosas que no son y no se puede comulgar con ruedas de molino", de modo que "la unión de dos personas del mismo sexo no es matrimonio".