El diario Público le pidió una entrevista al presidente de la Generalitat Valenciana, y también candidato socialista para las próximas autonómicas, Ximo Puig, al conocer que se adelantaban las elecciones valencianas.

En cuanto a si fue buena idea adelantar las elecciones de la Comunidad Valenciana al 28 de abril, haciéndolas coincidir con las generales, contestó que la decisión fue porque la comunidad autónoma “necesitaba tener una visibilidad que en estos momentos no tiene”.

“Para solucionar el problema valenciano necesitamos tener un Gobierno cómplice en Madrid, que entienda que tenemos que tener la financiación adecuada, que nos permita superar el problema de la inversión y también el problema de la deuda, porque eso nos lastra absolutamente”, continuó diciendo.

Sobre si este cambio le hace estar más del lado de Pedro Sánchez, y si les va a dar ventaja el uno al otro el 28 de abril, Puig dijo que a su juicio “ninguno de los dos queríamos hacer ningún favor”, aunque añade que “lo que le vaya bien a Pedro Sánchez le irá bien a la Comunidad Valenciana” y viceversa. “Cuando Pedro Sánchez formó Gobierno ya habló del modelo portugués y del valenciano; y yo me siento partícipe de lo que se está haciendo en la política territorial por parte del Gobierno”, afirmó.

De cara a las generales y a los pactos que el PSOE tendría que hacer para llegar a los 176 escaños de la mayoría absoluta, recuerda que, en cuanto a Ciudadanos, ha sido el propio Albert Rivera quien “descarta cualquier acuerdo con el Partido Socialista”. Analizando al partido naranja, Puig ha recalcado que le parece “muy negativo” que se hayan “echado a los brazos de la extrema derecha de esa manera” y que “es un partido que se ha derechizado a una velocidad de vértigo”.

“El Partido Socialista tiene que tener la capacidad de representar a más ciudadanos, porque muchos ciudadanos se han quedado huérfanos porque las derechas han huido a toda velocidad del centro y están en estos momentos disputándose la radicalidad de la extrema derecha que finalmente es la que está dirigiendo la campaña”, observa el candidato valenciano. Además, hablando de los candidatos del resto de partidos y de sus intervenciones, concretamente del PP, dicta que “este señor [Adolfo Suarez Illana] en una sociedad democráticamente avanzada estaría invalidado”.

¿Cómo se puede decir esta locura del aborto después de nacer? No atiende a ningún parámetro sensato. Es que es la absoluta insensatez”, sigue indagando en el candidato popular.

Pero también tuvo palabras para Isabel Díaz Ayuso, candidata del PP a la Comunidad de Madrid, “que quiere recuperar una Ley que aquí derogamos nada más entrar al Gobierno, porque era una ley absolutamente demencial, como ella misma dejó de manifiesto cuando no supo contestar”, refiriéndose a la ley que creó Camps sobre que los neonatos contaran dentro de una familia numerosa.

Especificando más en las elecciones valencianas, sobre cómo podría quedar Vox, responde que “no tenemos datos empíricos suficientemente solventes, porque puede haber mucho voto oculto y, además, no hay referencias del pasado”. Ante la pregunta de si teme que en Valencia pase lo que ocurrió en Andalucía, contesta un rotundo “si”, y que “la única tabla de salvación que tienen ahora el PP valenciano y Ciudadanos es Vox”.

Terminando la entrevista, hace un balance sobre qué haría si volviera a ser presidente, siendo así su último mandato después de afirmar que no volvería a presentarse: “Llevamos un programa claramente socialdemócrata adaptado al siglo XXI, en el que también hablamos de nuevos retos. Y, además de más empleo y un empleo de mayor calidad, junto con el aterrizaje en la sociedad valenciana de la nueva economía a caballo de la innovación, hay otros grandes temas abiertos que tenemos que situarnos estos años”, como el cambio climático, la despoblación, el mercado de trabajo, etc.