Manuel ha revelado en su cuenta personal de Twitter un dispositivo que ha creado, con mucho trabajo, para que los más mayores puedan comunicarse con sus nietos y sus nietas a través de la red social Telegram.

El aparato nombrado como yayagram sirve para que su abuela mande mensajes de voz en la red social seleccionando el nieto al que quiere mandárselo y, a su vez, cualquier mensaje que reciba se imprime físicamente en papel térmico, con lo que puede leer cada mensaje de sus nietos fácilmente.

Según cuenta en el hilo de Twitter, su abuela, Felisa Romano, de 96 años, tiene problemas de audición, pero su capacidad de lectura sigue siendo muy buena, con lo que los mensajes impresos facilitan su comprensión.

En declaraciones ElPlural.com, Manuel explica que "la idea se me ocurrió al ver que a mi yaya le costaba mucho usar las aplicaciones digitales, también le cuesta hablar por teléfono porque no oye bien".

El inventor del artilugio trabaja en una empresa sirve como motor gráfico de videojuegos y además de su creación, el yayagram da función interactiva para su abuela. Con un jack especial, como si fuera una de las protagonistas de la serie de Netflix, Las chicas del cable, solo tiene que colocarlo en uno de sus siete nietos y pulsar el botón rojo con el que se activa el micrófono del aparato y con el que puede mandar un mensaje de voz al Telegram de cualquier de sus nietos.

"Mantienes pulsado el botón rojo, hablas, sueltas y se envía el mensaje. ¿Y qué pasa cuando envías un mensaje de Telegram a la yaya? Pues que el yayagram lo imprime en papel térmico para que ella lo pueda tocar y leer", explica en su hilo.

Con el fin de ayudar a más gente a que lo puedan crear, Manuel explica, paso por paso cómo creó el yayagram: "Todo corre en una raspberry pi 4 y está hecho en Python. Se usan varias librerías para el envío y recepción de Telegram y la impresión en papel".

En el hilo de Twitter explica cuáles son los programas utilizados, con el fin de configurar el sistema de Telegram en el nuevo dispositivo creado, sincronizando con aplicaciones y forks el fácil desarrollo de la red social.

Manuel ha tardado unas dos semanas, en sus ratos libres, en crear el yayagram y aunque su abuela, Felisa, no lo pudo usar hasta este domingo, la experiencia ha sido única: "Lo empezó a usar este domingo por la tarde por lo que apenas hemos podido usarlo, pero ayer me preguntó que iba a cenar y se lo pude contar como nunca antes".