A perro flaco, todo son pulgas. El refrán puede ser aplicado a Facebook, con la certeza de que le va como anillo al dedo. Mientras en EEUU y en medio mundo todavía se calibra el escándalo de la filtración de datos de usuarios de la red social, en las últimas horas se ha conocido un nuevo dato que todavía echa más leña al fuego.

En realidad, es algo de lo que ya se sospechaba, pero que el director de Gestión de Producto de Facebook, David Baser, acaba de reconocer: la plataforma recopila datos, incluso, de quienes no son sus usuarios.

En concreto, el modus operandi deriva del uso de las herramientas de márketing de las que se sirve la compañía. En palabras de Baser "cuando visitas una página web o una aplicación que utiliza nuestros servicios, nosotros recibimos información, incluso cuando estás desconectado o no tienes una cuenta de Facebook".

¿Te ha quedado claro? Si no es así, el directivo aún ha ofrecido más detalles. Esta colección de datos se produce en el momento en el que el internauta decide pulsar el botón de 'me gusta' o 'compartir' en la red. También al emplear su cuenta en la red social para darse de alta en un portal o en una aplicación.

La mala noticia

Aunque parezca mentira, hasta ahora lo descrito por David Baser es la buena noticia. La mala, que él ha utilizado además en forma de justificación, es que esta es una práctica habitual entre las aplicaciones y plataformas como Facebook.

"Twitter, Pinterest y Linkedin tienen botones de gustar y compartir similares para ayudar a la gente a divulgar cosas”, ha dicho, añadiendo que la mayor parte de webs y apps “envían la misma información a numerosas compañías cada vez que las visitas".

Como si de una campaña de transparencia se tratara, el ejecutivo de Facebook ha explicado que estos datos incluyen información sobre la dirección IP del usuario, el navegador que emplea o el tipo de sistema operativo utilizado. Además ha aclarado que con ellos Facebook, y suponemos que el resto de redes sociales, mejora su "contenido y publicidad".

Se da la circunstancia de que, mientras a Mark Zuckerberg se le acumulan las peticiones de comparecencia en parlamentos de diferentes países, la bola de la filtración de datos y el uso de los mismos a favor de Donald Trump o del Brexit se hace cada día más grande.

Lo grave de este asunto, tan y como reconocía el experto mundial en materia de ciberseguridad Eddy Willems hace unos días en Madrid, es que lo de Facebook y el uso de la información de sus usuarios (ahora también de los no usuarios), es solo una parte de un pastel en el que Google es "todavía más peligroso". Y ahora dale al 'me gusta'.