Hasta Nintendo lo reconoce, cuando se lance Nintendo Labo el próximo 27 de abril en España, no saben hasta dónde podrá llegar y qué podrá crear la imaginación de sus usuarios. Y es que la nueva apuesta de la compañía japonesa de vídeojuegos, incluye mucho más que el chiste inicial sobre la caja de cartón que generó cuando fue anunciada a principios de año.

En El Plural hemos podido comprobarlo in situ montando, jugando y descubriendo alguno de los toy-com, como se llama a las creaciones de cartón, algo de cuerda y gomas que, al combinarlas con la tecnología punta de la consola Nintendo Switch no hacen sino dejarnos con la boca abierta ante la infinidad de posibilidades para mayores y pequeños que ofrecen.

Durante la presentación a los medios, Nintendo no ha dejado de recordar que ellos nacieron haciendo juguetes cuando aún no había ni consolas y que con Nintendo Labo sólo hacen que unir esa tradición con la tecnología punta de Switch para ofrecer lo que, hay que reconocerlo, es una experiencia con mayúsculas.

 El lema de Nintendo Labo, “crea, juega, descubre” es la síntesis de todo lo que este nuevo producto puede ofrecer. Primero hay que montar los juguetes, hemos podido hacerlo con el más simple y nos ha llevado unos 15 minutos, pero nos aseguran que los más complejos, como la mochila robot, puede requerir un trabajo de más de cuatro horas doblando y ensamblando piezas de cartón, algo diametralmente opuesto a un videojuego.

La segunda parte, la de jugar, es en la que ya entra en acción la tecnología de los mandos de Nintendo Switch con sus sistemas de vibración, giroscopio o cámara infrarroja. Combinándolos con los juguetes montados nos ofrecen experiencias que nos han recordado incluso a los ya residuales salones recreativos.

Algunos ejemplos de esto es el mando de moto, con su acelerador de muñeca y con el que tienes que agacharte, como en las carreras de los recreativos, para hacer girar el vehículo. Misma sensación encontramos con la caña de pescar. Además, con la cámara infrarroja puedes rastrear superficies para crear tus propios circuitos.

Del mismo modo, la mochila robot nos hará tener agujetas de hacer sentadillas para convertirnos en vehículo y a más de uno le ahorrará ir gimnasio, con contador de quema de calorías incluido.

Estas dos fases son las que se encuentran más enfocadas al disfrute en familia y, como Nintendo afirma, para niños entre 7 y 11 años, muchos de los cuales están más que acostumbrados a jugar con una pantalla, pero encontrarán un auténtico reto en el montaje y manejo de los toy-com.

Descubrir: iniciándonos en la robótica y la programación

Pero la tercera pata de Nintendo Labo, la de descubrir, es la que, sinceramente, se lleva la palma y confirma el inmenso potencial que, si se quiere, se le puede dar a estos simples juguetes de cartón.

El juego interno de Switch que los acompaña, además de incluir las instrucciones de montaje y los programas para pescar, conducir o destruir edificios, también contiene una parte más profunda. Los usuarios podrán crear sus propios comandos y dar vida a los juguetes que se inventen.

Por un lado, encontramos el piano, uno de los juguetes que aún no habíamos nombrado pero que sin duda es el que más posibilidades ofrece. Además de poder cambiar el sonido que produce, nos da la posibilidad de crear cualquier plantilla que transmita el sonido a las teclas de piano, abriendo un abanico de posibilidades infinitas para crear melodías.

Por otro, podemos entrar a una plataforma de creación de comandos a través de la base de la programación y la robótica. Creando puertas lógicas por medio de un sistema muy intuitivo de cuadros y comandos, se puede llegar a diseñar más que complejos comandos con acciones de inicio, condicionantes y reacciones y crear juegos totalmente distintos a los que por defecto incluye Nintendo Labo. No sería raro ver dentro de unos meses a este videojuego siendo usado en talleres de inicio a la robótica o la programación digital.

Lo nuevo se suma a lo viejo

Cartón y una cámara infrarroja, ¿quién se podría imaginar que pudiese crear tantas posibilidades? Pues Nintendo ha conseguido que las risas sobre volver a jugar con una caja de cartón se vayan convirtiendo en la incredulidad ante lo que nos estábamos perdiendo por no haber recuperado antes esa abandonada caja.

La tecnología de los mandos de Nintendo Switch, hasta ahora infravalorada como la propia compañía japonesa reconoce, despliega todo su potencial en Labo sin que se pueda siquiera atisbar qué crearán las hordas de gamers y youtubers que están deseosos de tenerlo entre sus manos y empezar a crear y compartir infinidad de posibilidades.

Lo nuevo se suma a lo viejo y jugar con cartón nunca había sido tan innovador.