Cuántas veces has echado la cuenta del tiempo que pierdes en la carretera. Con seguridad, habrá más de uno y de dos que ha roto el idilio con la gran ciudad para dejarse llevar por lo rural, precisamente, por esas horas que cada semana se abandonan a la suerte de los desplazamientos.

Sin embargo, estos son los menos. Algunas predicciones, por ejemplo de la ONU, apuntan a que en unos 12 años dos tercios de la población mundial vivirán en grandes ciudades densamente pobladas, con todos los condicionantes que esto conlleva.

En un entorno de mega urbes, superpoblación y avances tecnológicos, estos últimos pueden convertirse en verdaderos aliados para el ser humano. Es lo que señala un estudio sobre el impacto que las smart cities o ciudades inteligentes como elemento de ayuda para las personas en esos núcleos urbanos más que complicados.

125 horas al año

Lo ha elaborado Juniper Research bajo el patrocinio de Intel, y el mismo estima que ese tipo de urbes, con millones de sensores que se conectan para crear unos entornos urbanos más seguros, más saludables y con mayor eficiencia energética, según subraya la compañía tecnológica, “tienen potencial para 'devolver' una asombrosa cantidad de 125 horas a cada residente al año”.

La afirmación no es baladí, puesto que signfica que lo que se conoce como el Internet de las Cosas nos puede permitir recuperar casi 6 días, en concreto 5 días y 20 horas. El informe clasifica las principales 20 ciudades inteligentes, y en el caso español cabe mencionar a Barcelona, situada en novena posición de todo el mundo.

Para llegar a esto, el estudio (que puedes consultar en este enlace) analiza cuatro índices: movilidad, sanidad, seguridad pública y productividad. A partir de estos parámetros se determina la capacidad que tienen estas urbes a la hora de proporcionar beneficios a sus ciudadanos, incluyendo eficiencia, productividad, gratificaciones de tiempo, calles más seguras, acceso más democrático a servicios gubernamentales y mejora de la salud personal.

Inteligenes e interactivas

Las principales cinco ciudades que, como revela el informe, han realizado un mayor esfuerzo para integrar las tecnologías inteligentes e interactivas son Singapur, Londres, Nueva York, San Francisco y Chicago. Aunque Singapur lidera en todos los índices, algunas regiones aparecen en primer lugar en algunos campos determinados.

A juicio de Sameer Sharma, Global GM (soluciones IoT en smart cities) en Intel, “las ciudades son motores de actividad económica e innovación, y tenemos que hacerlas más resistentes y con mayor capacidad de respuesta”.

Una de las cuestiones que se destacan es que, a día de hoy, muchas de las tecnologías relacionadas con el Internet de las Cosas y que aparecen en el citado informe ya se están implementando en todo el mundo.

En materia de movilidad, el estudio señala que tan sólo los atascos de tráfico causan a los conductores una pérdida de 70 horas al año. Asimismo, más vehículos en la carretera también generan una mayor contaminación. A esto hay que añadir otro dato de la Organización Mundial de la Salud: en todo el mundo, las emisiones de los vehículos son la causa de 3 millones de muertes al año.

Menos vehículos, menos contaminación

Por ello, la clave es reducir el número de vehículos, incrementando al mismo tiempo el uso eficiente de recursos de transporte con automóviles compartidos (algo que se conoce como movilidad como servicio), vehículos eléctricos, coches autónomos (sin conductor) y servicios de transporte rápido hasta la puerta.

Otro aspecto a destacar descubierto por el informe es que las smart cities con servicios digitales de salud conectados pueden desempeñar un papel importante en la creación de eficiencias (ahorrando a los ciudadanos casi 10 horas al año) e, incluso, beneficios potenciales que salvan vidas. A modo de ejemplo cabe citar las aplicaciones portátiles que monitorean la presión arterial, la tolerancia al dolor y la temperatura, herramientas que pueden ayudar a las personas a controlar las afecciones crónicas sin hospitalización.

Además, la llamada‘telemedicina’permite a los pacientes de gripe contagiosa evitar las consultas médicas con un examen a través de un enlace de video de alta velocidad desde la comodidad de su hogar.

Igualmente destacable es el papel de la tecnología en la seguridad. Las mejoras en el apartado público de esta ofrecen importantes beneficios de tiempo para los ciudadanos de las ciudades inteligentes: casi 35 horas por año, según el estudio.

Infraestructura digital

Por ejemplo, en Portland, Oregon (que ocupa el puesto 12 en el índice de ciudades inteligentes de Juniper) y en San Diego (en el puesto 14), Intel se unió a GE y AT&T, entre otros partners del ecosistema, para instalar la solución Current by GE’s CityIQ.  Esta innovación permite la utilización del paisaje urbano para generar datos valiosos, las luces de la ciudad pueden transformarse en una infraestructura digital conectada para monitorizar el ritmo de la vida urbana y permitir a una serie de departamentos locales el suministro de procesos urbanos más limpios, más seguros y más eficientes.

En definitiva, las ciudades inteligentes aún están en las primeras etapas, pero en función de las actividades que destaca el estudio -que se están implementando rápidamente en todo el mundo- hay muchas razones para creer que estos ejemplos son sólo el comienzo de unas posibilidades infinitas.