El próximo domingo se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, impulsado por Naciones Unidas, y en ese marco, la Unidad de Mujeres y Ciencia de la Secretaría de Estado de I+D+i ha organizado diferentes iniciativas. La meta es “promover la aplicación adecuada del principio de transversalidad de género en los ámbitos científico, tecnológico y de innovación”.
Esta mañana, en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas, tuvo lugar en Madrid un acto centrado en el impulso de las vocaciones científico-tecnológicas entre las niñas y las adolescentes, uno de los puntos en el que entidades públicas y privadas fijan su mirada como elemento transformador.
La encargada de abrirlo ha sido la directora del CSIC, Rosa Menéndez, que recordó la campaña puesta en marcha por la institución para llamar la atención y visibilizar el papel de las mujeres en estos campos. Según sus palabras con “#EllasSonCSIC, se contribuye, además, a que la ciencia llegue a la sociedad”, y lo haga sin distinción de género.
“Mucho por hacer”
No se puede negar que las cosas han mejorado, como explicó Menéndez, pero “queda mucho por hacer”. Los datos no son favorables a esa igualdad en unos ámbitos que, con los tiempos que corren, deberían haber superado la diferencia entre hombre y mujeres.
Precisamente, la implicación de la administración pública –representada en la mesa redonda por Laura Morillas, Ángeles Matesanz y Cintia Refojo- con diferentes programas que articulan desde la educación, es fundamental para ir rompiendo barreras.
Sin embargo, ese impulso no llegará a nada sin la aportación de las empresas, grandes o pequeñas.
La implicación de L´Oréal
En este sentido, cabe subrayar el papel que L´Oréal y, por extensión, L´Oréal España juega desde hace tiempo a través del proyecto For woman in Science. Natalia González-Valdés es la responsable del mismo en España, además de directora de Comunicación y RSC de la compañía, y ha sido una de las invitadas a la mesa redonda del CSIC.
El programa de la conocida multinacional de cosméticos se desarrolla desde hace dos décadas (en España desde hace 17 años) mano a mano con la UNESCO. Su propósito es el de proporcionar a mujeres investigadoras de cualquier lugar del planeta el apoyo necesario y en cualquier momento de su carrera.
“Llevamos 20 años aportando nuestro granito de arena”, comentó González-Valdés, añadiendo que cuando se puso en marcha “nos llegaron a acusar de discriminación por impulsar unos premios solo para mujeres”. Hoy, esos galardones están considerados los Nobel de las mujeres e, incluso, tres de sus laureadas recibieron también el famoso reconocimiento sueco.
Vocación desde niñas
Durante su intervención señaló que los objetivos o “misiones” del proyecto de L´Oréal se basan en tres términos relacionados entre sí: “Visibilidad, vocaciones y colaboración”.
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El debate giró en torno a lograr que la vocación para cursar disciplinas científico-tecnológicas nazcan en edades tempranas.
Si hablásemos de un árbol, para que su evolución y crecimiento sea adecuado, la semilla debe plantarse de manera adecuada. Así la raíz agarrará bien y el tronco crecerá en línea recta. La vocación es la semilla y sobre ella se deben fijar las bases de las futuras mujeres científicas.
Además del caso L´Oréal, en España se dan otras acciones que trabajan en la misma línea y que también han estado en el acto celebrado en el CSIC, y que cerró Carmen Vela, Secretaria de Estado de I+D+i que elogió la labor de las iniciativas que se llevan a cabo.
Programas educativos
Son los casos del programa STEM Talent Girl, que estuvo representado por Henar Rebollo, o Technovation Challenge, en cuyo nombre ha asistido su embajadora Lorena Martín, así como la presidenta de Inspiring Girls, Marta Pérez Dorao. Todos sus proyectos se centran en fomentar e impulsar la visibilidad de la mujer científica desde la niñez y la adolescencia.
El camino no es sencillo ni corto. Algunos pasos importantes se han dado ya. Otros están ya encaminados, como por ejemplo, el acto celebrado este viernes en Madrid. Finalizó con el nacimiento de la Plataforma por las Mujeres en la Ciencia, que buscará la implicación de los tejidos educativo, empresarial, institucional y los medios de comunicación.
Al fin y al cabo, tal y como concluyó Natalia González-Valdés “tenemos la convicción clarísima de que el mundo necesita la ciencia y la ciencia necesita mujeres”. El cambio de mentalidad está ya en marcha.
