Fue un experto en seguridad, Tobias Schneider, el que dio la voz de alerta en Twitter mostrando como los datos GPS de una app de entrenamiento muestra “verdaderos faros en la noche” del recorrido de los soldados estadounidenses mostrando la localización de sus bases secretas en el extranjero.

La aplicación Strava, cuyo visor permite conocer cuál es la actividad de sus usuarios a lo largo de todo el mundo, revela esta información tan sensible para el ejército de Estados Unidos en lugares tan sensibles como Afganistán, Irak y Siria.

Si bien desde Strava Labs aclaran que los datos publicados no son en tiempo real, y se corresponden a los últimos dos años, cuando ha registrado 1.000 millones de actividades y tres billones de puntos GPS.

Países como los europeos o el norte de América está muy iluminados en el mapa de color por la intensa actividad, pero en otros donde estas aplicaciones y sus pulseras como Fitbit son menos comunes que haya un punto de color fuerte es muy llamativo, correspondiéndose algunos con las tropas de EEUU y de sus aliados como las bases de Taji, al norte de Bagdad, de Qayyarah, al sur de Mosul, de Speicher, cerca de Tikrit, o de Al-Asad, en la provincia de Al-Anbar.

El Departamento de Estado de Defensa ya ha anunciado que se encuentra en “evaluación” de la posible amenaza que estos datos pudieran tener. “Esta divulgación subraya la importancia de una sensibilización de diferentes situaciones cuando los militares comparten datos personales”, ha afirmado Audricia Harria, portavoz del Pentágono.

Según Strava, el problema tiene fácil solución, que los militares activen el modo 'en privado' de su app para que el resto de los usuarios no puedan ver sus recorridos de entrenamiento.