En ocasiones, el lanzamiento de un producto va acompañado de grandes campañas publicitarias que, a base de machacar al consumidor, acaban triunfando, aunque no siempre es así. En otras, sin conocerse bien los motivos, un aparato engancha en el mercado sin necesidad de invertir una millonada en propaganda; basta una frase o una música pegadiza para generar ventas millonarias.

No obstante, existe una tercera opción, la del artilugio que sin nada de lo anterior arrasa literalmente. El paradigma de esto es el llamado fidget spinner. Sí, esa especie de peonza supermoderna que, en realidad, tiene ya algunos años y cuya creadora, tal y como contamos en ELPLURAL.COM, decidió no renovar la patente en 2015. La historia que te recomendamos que repases en este enlace acaba con la mujer sin poder disfrutar, claro está, de los multimillonarios beneficios del aparato.

Es, tal vez, el claro ejemplo de cómo las redes sociales y los diferentes canales que ofrecen las nuevas tecnologías, han hecho el papel de transmisores de un juego que triunfa en todo el mundo.

Spinner con Bluetooth

Sin embargo, lo último que conocemos del fidget spinner, no parece que traiga buenas noticias. En los tiempos de la modernidad, a alguien se le ocurrió incorporar a uno de sus modelos la posibilidad de sincronizar con el móvil para que quede constancia de todas las filigranas que se hacen. Todo, claro está, a través de una app que conecta smartphone y spinner vía Bluetooth.

Parece que la cosa está dando algún que otro problema, y que en algunos supuestos se ha detectado la explosión del spinner. En honor a la verdad hay que aclarar que, por el momento, según indican medios estadounidenses, sólo se han detectado dos casos, aunque las autoridades locales han iniciado una investigación y se apunta a la carga del artilugio.

En promociones de periódicos

Con independencia de esto, parece que, por lo menos en este año, el fidget spinner seguirá con su éxito entre los más jóvenes. No hay que olvidar que, incluso el periódico en papel más leído, ha incorporado una colección de spinners entre esas promociones con las que quiere recuperar datos de difusión.

Mientras se comprueban posibles casos como los ocurridos en EEUU, habrá que ver hasta cuándo se prolonga la moda de un aparato que, además, acumula críticas por la facilidad con la que se desmontan algunas piezas que son demasiado pequeñas, por no hablar de los cambios que jugadores han hecho en los originales y que han provocado más de un accidente.

En España ya lo tenemos a buen recaudo en el Museo Etnolúdico de Galicia, por si acaso.