La primavera la sangre altera, que dice el refrán, y parece que con el calor, la de los ciberdelincuentes está que hierve a tenor de la frenética actividad que acumulan en las últimas semanas.

El último caso tiene que ver con una de las grandes compañías eléctricas españolas, Iberdrola, que indirectamente se ha visto involucrada en un intento de phising a través de email, utilizando su marca.

Como suele suceder en estos casos, los amigos informáticos de lo ajeno, se sirven del nombre de la empresa y de su imagen corporativa para tratar de estafar a clientes. Lo hace a través de un correo electrónico en el que, además, pensando en aquello de que "si me tienen que devolver dinero...", los suplantadores avisan al incauto de que ha habido un error en la última factura y que, por lo tanto, le tienen que abonar parte de lo que le habían cobrado.

Si te llega un correo de este tipo, te lo crees y sigues las instrucciones que te indican, accederás a una web maliciosa y serás objeto de phishing, es decir, que los ciberdelincuentes se harán con tus datos bancarios y personales, con todo lo que ello puede suponer.

Así lo ha advertido también la Oficina de Seguridad del Internauta, entidad que recomienda por encima de todo no abrir correos electrónicos que provoquen algún tipo de sospecha y/o procedan de una cuenta que no conocemos.

Según la OSI, los hackers suplantan la identidad de Iberdrola informándo al confiado cliente de un posible error en la factura correspondiente al mes de abril.

 

Si por desgracia sigues adelante, se accede a 'Mi Area Cliente', que no es más que una imitación de la verdadera web de Iberdrola pero cuyos creadores tienen como "único objetivo robar los datos de los usuarios", señalan desde la Oficina.

 

También el Cuerpo Nacional de Policía en las últimas horas ha lanzado una llamada de aviso en este sentido. En su cuenta de Twitter deja meridianamente claro qué hacer si reciben un email de estas características.

Una vez más hay que insistir en la necesidad, tal y como indican los expertos en seguridad informática, de no dejarse llevar por la emoción del primer momento si alguien que no conocemos nos envía un regalo o un descuento en una tienda conocida. En estos casos, lo más adecuado es tirar del sentido común para no caer en la trampa.