Quién no ha jugado al mus en la universidad o en una sobremesa de domingo cualquiera. En estos tiempos de modernidad, en los que los juegos de mesa, en ocasiones, de tanto rebuscar las tramas confunden al jugador, los clásicos siguen mandando y, entre ellos, el mus es uno de los que se lleva la palma.

Considerado el juego de cartas más español, algo que casi nadie se atreve a poner en duda por sus más de dos siglos y medio de historia, ahora gracias a una empresa española da el salto a las nuevas tecnologías, es decir, a esa modernidad pero bien entendida.

Lo ha hecho a lo grande, en el pasado Mobile World Congress de Barcelona con la presentación de Playmus que tuvo una acogida “muy positiva gracias al alto nivel de calidad, realismo y opciones de juego que permite la aplicación”, en palabras de David Tallada, director técnico de Eurostar Mediagroup, empresa española que se ha encargado de su desarrollo.

Opción multidispositivo

Porque en efecto, Playmus es una app que traslada el juego a los dispositivos móviles y cuya génesis se encuentra en “un grupo de amigos aficionados al mus y a las nuevas tecnologías”. Ese es el origen de una aplicación que no se limita sólo a dar la posibilidad de jugar a los seguidores de este tradicional juego de cartas. Va más allá. Como explica Tallada, entre otras cosas, es “la única con la opción de multidispositivo frente al resto de iniciativas existentes”.

Ofrece muchas opciones ya que permite a una persona aprender a jugar, pero también “entrenar con su pareja ‘de toda la vida’, crear partidas online entre 4 jugadores o jugar torneos con miles de parejas”. Su filosofía es clara y pasa por convertirse en la primera marca que “busca dinamizar a millones de jugadores de mus a través de su app, sus canales de comunicación y torneos”.

Fournier, partner

Ahora mismo se pueden encontrar diferentes opciones para los aficionados a este juego en los supermercados de aplicaciones. Sin embargo, como aclara el director técnico de Eurostar Mediagroup, son varios los elementos que sitúan Playmus en un lugar privilegiado. Por una parte “su alto nivel de realismo”, personificado en los avatares entre los que pueden elegir los jugadores, con diferentes personalidades y una destacada inteligencia de juego.

A esto se suma el hecho de que los escenarios no son los habituales fondos de pantalla insulsos y sin vida de otros juegos de mus. Playmus recrea hasta seis escenarios diferentes que van desde un bar de Madrid o el Museo del Naipe de Vitoria, hasta un típico caserío del País Vasco. Todo sin que falte ni un detalle.

[[{"fid":"61705","view_mode":"medio_ancho","fields":{},"type":"media","attributes":{"alt":"David Tallada, director técnico de Eurostar Mediagroup, durante la presentación de Playmus en el pasado Mobile World Congress. ","title":"David Tallada, director técnico de Eurostar Mediagroup, durante la presentación de Playmus en el pasado Mobile World Congress. ","style":"float: right;","class":"img-responsive media-element file-medio-ancho"}}]]Además de todo lo anterior, uno de los aspectos que destaca David Tallada es que Playmus es la primera, a nivel mundial, que utiliza “los 40 naipes originales de Fournier”, al ser la conocida internacionalmente marca de naipes “partner del proyecto”. “Contar con Fournier es un sello de calidad muy importante”, añade.

Para todas las edades y niveles

De cara al verano está previsto que esté disponible en todos los sistemas operativos para dispositivos móviles (iOS, Andriod y Windows), de ahí que no pueda descartarse que se convierta en uno de los juegos que ocupen esos tiempos de toalla en las playas o piscinas, o de café tras la comida familiar en el campo.

Sin duda alguna, Playmus viene a cubrir a asentarse en un nicho de mercado muy apetecible para las empresas del sector (para Eurostar Mediagroup es su primer experiencia en ‘juegos sociales’). No obstante, David Tallada reconoce que, además de la parte económica, “detrás del proyecto hay un objetivo muy claro” como es que las nuevas generaciones, “las que han nacido en la era digital, no sientan este juego tan tradicional como algo caduco limitado al mundo de sus padres o incluso de sus abuelos”. A la vista del resultado final, pueden haber dado en el clavo.