Talavera de la Reina (Toledo) es la ciudad, después de Albacete, más poblada de Castilla-La Mancha (84.000 habitantes). Dimensiones directamente proporcionales a los escándalos judiciales que desde unos años atrás hasta nuestros días vienen protagonizando los togados de algunos de los juzgados de la que también se conoce como la Ciudad de la Cerámica por ser sede de una particular manera de entender las formas y los colores de esta mundialmente conocida ancestral artesanía. El caso es que en esta población, gobernada por el PP, hay jueces que se denuncian entre sí, otros son sancionados por dejación de funciones, mientras que los ciudadanos asisten atónitos a este culebrón más propio de comedias de situación que de un organismo donde se imparte Justicia. Y no solo eso, cuando destinan a un juez a Talavera entre sus compañeros se habla de “la senda de los elefantes”, aseguran a ELPLURAL.COM fuentes de los juzgados talaveranos.

Sustitutos contra titulares

Decimos todo esto porque hace unos días el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 1 recibía una denuncia del juez titular del Juzgado Nº 2, Fernando Presencia, apartado hoy de toda responsabilidad por el gobierno de los jueces, por un presunto delito de prevaricación que supuestamente habría cometido la jueza que le sustituye al frente del citado juzgado de instrucción, María Soledad Losana, quien a su vez mandó detenerlo a principios de mes por no personarse cuando fue citado, como recogió ELPLURAL.COM. Ahora, la jueza denunciante se convierte en denunciada tras la decisión del titular del juzgado Nº 1 de abrir diligencias previas contra la magistrada Losana por un presunto delito de prevaricación judicial, si bien ha acordado inhibirse a favor del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha por tratarse de una persona aforada.

El “Robin Hood de la judicatura”

Suma y Sigue. Fernando Presencia llegó a Talavera tras ser desterrado del Levante por el Consejo General del Poder Judicial, que lo envió a Talavera donde se convirtió en juez decano y desde donde decidió emprender una cruzada particular “contra la corrupción”, denunciando a sus propios compañeros, acusando a un fiscal de prevaricación y “pelotazo urbanístico” y señalando al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, como la “X” de ese entramado. Y lo hizo mediante el escrito de recurso de súplica contra el auto definitivo dictado por el TS en aquellas actuaciones. Presencia se convirtió en una especie de “Robin Hood de la judicatura”, sustituyendo el bosque de Sherwood por la Sierra de San Vicente, y pasando de ser el príncipe de los ladrones al denunciante de la supuesta corrupción, y también ha denunciado por “falsas denuncias”.

Derechos de autor por las sentencias

Y es que el hoy suspendido (o inhabilitado) juez Presencia arranca odios y adhesiones a partes iguales entre sus compañeros y ciudadanía. Su obra y vida bien podría quedar recogida en la decisión de la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial,  hace ahora un año, imponiéndole una multa de 2.000 euros por ausentarse sin permiso para asistir a la vista de su divorcio en Valencia, lo que obligó a la suspensión de cinco juicios civiles señalados para ese día. Pero tal vez lo que resuma la personalidad de este juez sea su propuesta electoral para presidir el Tribunal Superior de Justicia de la región. Presencia recogía en su programa, entre otras ideas, que los jueces pudieran cobrar derechos de autor por sus sentencias y resoluciones. Y no es broma.

Juez sancionado por guarro…

Pero la rocambolesca situación de los juzgados de Talavera viene ya de lejos, como cuando en julio de 2010 el titular del juzgado de lo Social número tres de Toledo, con sede en Talavera de la Reina, era multado con 5.000 euros por “someter de manera habitual y continuada a los funcionarios tramitadores a condiciones de trabajo vejatorias, tratándoles sin educación, de manera despectiva y dictatorial, sin consideración a su dignidad, provocándoles situaciones de humillación, angustia, temor, nerviosismo y estrés, así como repulsión, debido esto último a su falta de higiene y aseo personal”. Ahí queda la cosa.

…Y al fiscal por tardón

Pues no, aquí no queda la cosa. Cuando todo parecía que el culebrón se circunscribía al universo del “Robin Hood de la judicatura”, aparece estos días el fiscal de medioambiente, José Muncharaz, a quien la Fiscalía General ha sancionado con una falta grave disciplinaria por retrasar “injustificadamente” durante 14 meses el informe que debía emitir sobre la denuncia del caso de cesiones de suelo público en el proyecto de singular interés “Palomarejos Golf”, en Talavera de la Reina. Según el expediente de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal Muncharaz ha explicado en su respuesta que tiene “dificultad” para dictaminar los asuntos de su área (medio ambiente y urbanismo) porque le resultan “muy complejos” y ha anunciado su intención de renunciar al cargo de especialista en esta materia.