Un Juzgado de Pontevedra y la Audiencia Provincial han penado a dos meses de prisión, por delito de maltrato en el ámbito doméstico, a una madre que propinó dos bofetadas a su hijo de 10 años porque este se negaba a ducharse. Así lo ha publicado La Voz de Galicia.

Pese a la condena, al no tener antecedentes penales, la mujer no pasará por prisión y esta se sustituye por dos meses de jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad. Además, la sentencia, a falta de posible recurso, dictamina que la madre no podrá acercarse a menos de 200 metros de su hijo durante seis meses, con el añadido de un pago de las costas del proceso judicial a la mujer.

Estos hechos tuvieron lugar la noche del 20 de mayo del pasado año. La mujer pidió al niño que se duchara, pero solo se encontraba con negativas por parte de su hijo y, tras una discusión, la madre propinó dos bofetadas que produjeron eritemas en las mejillas. Esto requirió asistencia facultativa. Según reza la sentencia, “la reprensión ante una eventual desobediencia del menor nunca puede justificar el uso de la violencia que el acusado ejerció”.

Pese a que la misma recoge la facultad de los padres de corregir a sus vástagos, expresa que esta potestad solo puede concebirse siempre orientada al beneficio de los pequeños “y encaminada a lograr una formación integral”.