El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido que el recuento de fallecidos en todas las comunidades autónomas recoge a "toda aquella persona diagnosticada positivamente y que fallece", lo que dejaría fuera de la estadística a los fallecidos sospechosos de coronavirus pero a los que no se les ha hecho el test.

"La definición de casos con la que estamos trabajando es una de las más exigentes y rigurosas en Europa. Toda aquella persona diagnosticada postivamente y fallece se computa como fallecido por coronavirus", ha reivindicado en rueda de prensa.

El ministro ha revelado que ha hablado con el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, quien le ha constatado que las cifras de muertos en esta comunidad autónoma son "conformes a esta denición y son correctas". "Es un tema muy serio. No nos engañamos a nosotros mismos. Las comunidades autónomas proporcionan datos conforme a esta denición de caso", ha señalado Illa.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha informaba este lunes de que en la comunidad autónoma había un total de 965 fallecidos en la región con conrmación de estar contagiados por el coronavirus, si bien añadía a su propia estadística extraída de las licencias de enterramiento emitidas por los registros civiles de la región otros 956 casos que catalogaba como sospechosos. Esto podría suponer que el número de fallecidos que se recoge en las estadísticas ociales está infradimensionado.