Durante este 2020, los incendios en el Pantanal, Brasil, han aumentado más de un 230% en relación con 2019. Según datos del Laboratorio de Aplicaciones de Satélites Ambientales de la Universidad Federal del Río de Janeiro, las llamas ya han devastado el 15% de las hectáreas del Pantanal. Este gran humedal compartido con Bolivia y Paraguay es uno de los rincones con más biodiversidad de todo el planeta y se ha convertido en uno de los principales destinos de ecoturismo. Se trata de la llanura inundada más grande del mundo, pero en la estación seca, cuando el agua deja paso a los enormes pastos, es especialmente vulnerable.

El fuego fue provocado de manera intencionada para expandir el negocio agropecuario, y continua a día de hoy. La fauna silvestre del Pantanal brasileño, con especies en extinción, lucha cada día por su supervivencia. Todos los animales se han visto afectados por las llamas y los expertos aseguran que los animales de pequeño porte y los más lentos son los más vulnerables. Varias especies en peligro de extinción se hallan en grave peligro por las llamas, como el guacamayo, la arajuba, el lobo de crin o el ciervo de los pantanos.

El Gobierno ha instalado un puesto para los animales que llegan heridos y los más graves son remitidos a la capital regional, pero los organismos de socorro no dan abasto. Ya se coordina un proyecto de investigación para estimar la cantidad de animales muertos, sumando así los que han tenido que ser sacrificados una vez rescatados por la gravedad de sus heridas.