El foro de curas de Bizkaia quiere entrevistarse con el obispo de Bilbao Mario Iceta tras haberle dirigido una carta abierta motivada por el artículo del deán de la catedral, Luis Alberto Loyo, en la web infocatólica.com en la que éste defiende el derecho de las víctimas a "alzar la voz" e "intervenir en política" como lo hacen los "verdugos y criminales" que están en el Parlamento y que "siempre han estado al lado" de los terroristas, refiriéndose, consideran los sacerdotes, a Bildu. En opinión del foro de curas de Bizkaia, estas opiniones son perjudiciales porque "en este nuevo escenario hay que dar pasos hacia la reconciliación y esta reconciliación tiene que ir de la mano de la iglesia también", han declarado a ELPLURAL.COM. Y añaden: "El deán ha cruzado una línea que no ha debido traspasar y no se tiene que injuriar y difamar a gente que está en las instituciones".

Carta abierta
La carta abierta del foro de curas recriminando estas opiniones de Loyo y abogando por la reconciliación, ha caído al parecer bien entre los parroquianos que según explican los sacerdotes, les felicitan por la calle. “La gente quiere vivir en paz y quieren avanzar en ese camino”. Por eso, el silencio del obispo Iceta ante el artículo del deán de la catedral, Alberto Loyo, no ha sido bien recibido. “Se interpreta este silencio como que ya que a algunos de sus antecesores no les fue bien cuando hablaron, él para contentar a Rouco, calla. Y claro, digamos que los clientes están como ovejas sin pastor, porque el pastor no da voz, no da luz”. Se da además la circunstancia de que desde enero de 2012 (hace casi un año), se espera la puesta en marcha de la Comisión diocesana de paz y reconciliación de carácter vinculante al ser aprobada por el voto de las 2/3 partes del Consejo de curas de la diócesis. Pero el obispo no dice nada, al parecer a la espera de lo que opine el Consejo diocesano, que no acaba de pronunciarse.

Lo que dijo el deán
El escrito de Luis Alberto Loyo Martín que firma como “Deán y Párroco de la S.I. Catedral de Bilbao”, fue publicado en la web católica de carácter conservador infocatólica.com el 3 de diciembre, el mismo día en que en los diarios Deia y El País según relata el deán, "el Delegado Episcopal de Pastoral Social de la diócesis de Bilbao, José María Delclaux, expresa su opinión (supongo que personal y no diocesana), sobre la actitud de las víctimas de ETA y su implicación en política". El deán citaba frases de Delclaux como que las víctimas de ETA «no deben hacer política con su victimismo", y que esta actitud «hace un flaco favor" y no ayuda a la convivencia. “Además,-añade- para dar más fuerza a su argumentación, apela a la autoridad de un hombre llamado Jesús de Nazaret que rechazó el sentimiento del ojo por ojo, y cuestiona el hecho de que el Gobierno mantenga "leyes excepcionales» en estos momentos".

"Verdugos y criminales"
Tras expresar su criterio de que "las víctimas del terrorismo tienen, por lo menos, el mismo derecho a intervenir en política como de facto lo hacen aquellos que siempre han estado al lado de los criminales" el deán redacta la frase que ha motivado el malestar expresado por el Foro de curas de Bizkaia: "Es una situación de locos. Los verdugos y criminales se pueden sentar en el Parlamento, dar conferencias, mítines y escribir sus panfletos propagandistas, y las víctimas han de estar tranquilitas y sin rechistar". Y continúa: "Hablar del ojo por ojo y diente por diente, apelando a Jesús, queriendo con ello condenar actitudes vengativas, en aquellos que jamás alzaron la mano contra sus asesinos, ni llamaron a la venganza, es un insulto a la inteligencia y a la decencia humana..."

Entorpecer la reconciliación
A estas opiniones, el foro de curas de Bizkaia reaccionó con una carta abierta al obispo en que explican que "las declaraciones recientemente vertidas en la prensa por el Deán y Párroco de la Iglesia Catedral sosteniendo que "los verdugos y los criminales se pueden sentar en el Parlamento" es una acusación con tintes partidistas que, en vez de favorecer la pacificación y la reconciliación, la entorpece, además de "poder" resultar injuriosa. Suponer (y propalar) que la intervención del Delegado Episcopal de Pastoral Social es a título "personal y no diocesano" y firmar la suya como deán y párroco de la S. I. Catedral de Bilbao" es una improcedente yuxtaposición que "puede" ser interpretada (como así ha sucedido) como una "guerra" en la cúpula de la Iglesia Diocesana. Y afirmar (a partir de los titulares de prensa y sin referencia alguna al contenido del texto ni a la trayectoria de la Delegación Episcopal de Pastoral Social en favor de las víctimas) que su posición es "un insulto a la inteligencia y a la decencia” es inaceptable de todo punto".

"Intolerable en un sacerdote"
Los sacerdotes califican las declaraciones del deán como "difícilmente aceptables en un católico", "intolerables sobre todo en quien rige la iglesia en la que se ubica la cátedra y desde la que nuestro Obispo Diocesano imparte su magisterio". Recuerdan al prelado que "el Delegado Episcopal de Pastoral Social no es miembro del Foro, pero sí, es un presbítero de nuestra Diócesis cuya trayectoria conocemos, por supuesto, con sus luces y con sus sombras. Entre éstas últimas puede encontrarse el escaso dinamismo de la Delegación (al que nos hemos referido críticamente desde el Foro en diferentes ocasiones), pero nunca, su apuesta en favor de las víctimas, de la pacificación y de la reconciliación y, ni mucho menos, su 'inteligencia' y 'decencia'".

"Ponga orden y cordura entre sus colaboradores"
Los curas piden al obispo que defienda a Delclaux "y que despeje también las dudas vertidas por el Párroco y Deán de la catedral. Y junto a usted, otros compañeros presbíteros". Tras resaltar que "no se puede insultar (y menos, públicamente) a otro responsable pastoral (y a muchos católicos) con calificativos que, además, de injustos, son manifiestamente falsos", añaden: "Con toda claridad: el Deán y Párroco de su Iglesia Catedral ha traspasado una línea que nunca tuvo que rebasar, al menos como sacerdote y Deán – Párroco". "Queremos manifestarle que si decidiera dar la callada por respuesta se correría un altísimo riesgo de agravar la ya delicada concordia y unidad en el seno de nuestro Presbiterio Diocesano y de éste con su Obispo. Por eso, nos atrevemos a pedirle que ponga orden y cordura entre sus colaboradores más cercanos", concluyen.