La vacuna conta el Covid parece que está muy cerca. Reino Unido, de hecho, ha sido el primer país en empezar a vacunarse y España espera hacer lo mismo antes del 10 de enero, como ha anunciado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo llevada a cabo este jueves.

Si todo va como se espera y se cumplen los criterios de la Agencia Europea del Medicamento, las primeras vacunas autorizadas llegarán al país en menos de un mes, lo que supondrá un primer paso hacia la ansiada normalidad”, ha recalcado el ministro.

Todas las vacunas están obteniendo resultados muy prometedores en tiempo récord y, aunque cause pavor, Salvador Illa ha resaltado que “los criterios de autorización de la Unión Europea tendrán los mismos niveles de seguridad” que el resto de las vacunas habituales. En palabras del ministro, “la única diferencia es que este proceso se ha podido hacer más rápido, pero sin eliminarse los controles de seguridad ya que los organismos reguladores tienen más información y las vacunas se someterán a un control extraordinario de farmacovigilancia”.  

España, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), está adelantando acuerdos de adquisición de las vacunas con AstraZeneca-Oxford, Janssen, Sanofi-GSK, Pfizer-BioNTech, CureVac y Moderna. Asimismo, AEMPS está en negociaciones con una séptima, la de Novavax. En total, si todas estas vacunas consiguen la autorización de Agencia Europa del Medicamento, “España recibirá 140 millones de dosis para inmunizar a 80 millones de ciudadanos, un numero mucho mayor de los 47 millones de personas que vive en nuestro país”, ha anunciado el ministro.

Sin embargo, aunque la eficacia de estas vacunas parece ser alta, como la de Pfizer-BioNTech -que anunció un 95% de efectividad-, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha alertado de que cuatro voluntarios de los ensayos clínicos de esta vacuna han sufrido parálisis de Bell. Esta parálisis apareció los días 3, 9, 37 y 48 después de aplicarse la dosis, sin afectar a ningún voluntario del grupo que recibió placebo.

No obstante, la agencia estadounidense tranquiliza al decir que no hay evidencias científicas de que la parálisis de Bell esté relacionado con la vacuna. 

¿En qué consiste la parálisis de Bell?

Se trata de una parálisis temporal que afecta al rostro. Esta patología principalmente causa debilidad en la musculatura facial por la afectación del nervio de esta parte del cuerpo. Los síntomas más comunes son dolor facial, caída de un lado del rostro, diagusia, hiperacusia y disminución del lagrimeo. En los casos más graves, puede afectar a ambas partes de la cara.

En general, este síndrome dura entre 2 y 3 semanas y la recuperación total puede ascender a 6 semanas e incluso a 6 meses si los síntomas han sido muy severos.

Los virus que estaban asociados hasta el momento a la parálisis de Bell son del herpes labial o herpes genital, varicela y mononucleosis infecciosa, pero ahora se ha añadido SARS-CoV-2.

Ante esta patología, la FDA recomienda aumentar la vigilancia de los casos de parálisis de Bell, ya que en los próximos meses un gran número de la población se someterá a la vacuna.