La Diócesis de Cádiz y Ceuta que dirige el obispo Rafael Zornoza Boy enfrenta este miércoles un juicio en el Juzgado de lo Social número 2 de la capital gaditana, por la demanda de un matrimonio de 70 años que fue desahuciado de la vivienda que ocupaba desde hace 40 años en el interior de un convento de San Fernando. La pareja reclama una indemnización por despido improcedente del trabajo de mantenimiento de ese edificio y de cuidado de las monjas.

Este juicio llega después de conocerse una sentencia del Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz que declara nulo por "represalia empresarial" el despido de una empleada que llevaba 18 años trabajando en el Obispado.

El matrimonio que demanda al Obispado lleva 45 años viviendo en una vivienda situada en el interior del convento de las monjas Capuchinas de San Fernando, donde trabajan como porteros y en labores de mantenimiento. En 2017, el Obispado trasladó al Puerto de Santa María a las últimas monjas de clausura y la pareja se quedó sola en el monasterio.

13.000 euros para que se marchen

Según la abogada del matrimonio, en octubre la pareja recibió un burofax del Obispado en el cual se le ordenaba abandonar el convento en el plazo máximo de diez días y, por tanto, la vivienda, que en el caso de Carmen había sido su casa durante toda la vida, donde nació. "No hubo ningún intento de diálogo por parte del Obispado, ninguna llamada, nada. Sólo el burofax", subraya Moreno que presentó una demanda civil por desahucio, informa Público.

En marzo, el Obispado ofreció al matrimonio 13.000 euros como compensanción por abandonar su vivienda, lo que fue rechazado por la pareja.

Según defiende el matrimonio, la superiora de las monjas firmó en 2008 un escrito en el que garantizaba su permanencia y el trabajo de portería y mantenimiento del edificio a cambio de disfrutar de la vivienda, como venían haciendo desde 1975, pero la abadesa que sustituyó a la anterior suscribió en 2015 un documento que cedía al Obispado la propiedad del edificio y sus pertenencias.