Machismo, racismo, xenofobia, insultos y múltiples faltas de respeto para defender la supremacía blanca y el antisemitismo. Estos son los ideales que defiende la página web que, en los últimos días, ha convertido en su principal objetivo humillar y culpabilizar a la víctima de La Manada.

Este medio, del que no diremos el nombre por no darle publicidad, no ha dudado en publicar los datos que han hecho posible la identificación de la víctima de los cinco jóvenes de La Manada. Para ello, han difundido su nombre y apellidos, los estudios que cursa e, incluso, han ilustrado sus artículos (por llamarlos de alguna forma) con fotografías de la vida diaria de la joven.

Por si esto fuera poco, en esta web se han hecho públicos fotogramas del vídeo que los propios agresores condenados grabaron mientras abusaban de la mujer que, por aquel entonces, tenía sólo 18 años. Este detalle no es sólo que sea censurable, sino que hay que recordar que es un delito y que la Policía Nacional ya ha anunciado que investigará a cualquier persona o cuenta de internet que difunda estas imágenes o videos.

Todo esto acompañado de opiniones que intentan demostrar que la víctima de La Manada no lo es. Para ellos la joven no es más que una prostituta con una vida sexual muy activa.

Un medio supremacista blanco

Pero el ataque a la víctima de La Manada no es su único objetivo. Este medio digital está creado a imagen y semejanza de un periódico estadounidense dirigido por supremacistas blancos que se definen como antisemitas. Por ello, en sus informaciones, los periodistas de este medio no dudan en desplegar ideas racistas, xenófobas, contra la comunidad judía y contra las mujeres.

Por poner algunos ejemplos, en sus informaciones arremeten contra Manuela Carmena y otros políticos de izquierdas, atacan a una conocida periodista con temas racistas, o celebran la muerte de personas de la comunidad LGTBI.

Denuncian censura

Sin embargo, el medio considera que está haciendo una labor social, que sus informaciones son válidas y se enmarcan dentro de la libertad de expresión. Incluso, nada más entrar en su web, se puede ver un espacio en el que denuncian censura.

Según mantienen, diferentes colectivos liderados por judíos están detrás de su cierre y, por ello, denuncian tener que cambiar de dominio para mantenerse.

Es más, no dudan en pedir a sus seguidores que compartan los contenidos en la red social VK, la versión rusa de Facebook que se ha convertido en un contenedor de noticias y vídeos que escapan de la censura en la que se puede ver desde pornografía sin filtros a contenidos violentos y fake news.