El horno es uno de los electrodomésticos que encontramos en la cocina que más dolores de cabeza da a la hora de limpiarlo, sobre todo, para aquellos que no cuentan con un horno con la función de autolimpieza. Este electrodoméstico es imprescindible para aquellos que tienen los asados entre sus recetas favoritas, pero mantenerlo sucio y sin una correcta limpieza puede afectar a la preparación de las mejores recetas, así como a la salud.

La limpieza del horno no es solo cuestión de gusto o estética, ya que es un elemento principal para mantener la salud. No limpiar su interior debidamente, dejándolo lleno de grasa y restos de comida es un potente foco de bacterias y microorganismos que puede resultar muy perjudicial para el organismo, ya que estas pasarán a los preparados que se cocinen en él. Para mantenerlo en perfecto estado y no arriesgarse a la proliferación de bacterias, se puede recurrir a productos químicos. Esto es una forma sencilla para ello, pero no del todo segura, ya que hay que tener mucha precaución con ciertos elementos y seguir a raja tabla las instrucciones del fabricante.

Te enseñamos cómo limpiar el horno sin utilizar productos químicos

Para evitar estos males, hay otras opciones, fórmulas naturales y productos elaborados en casa que no cuentan con la peligrosidad de los químicos, pero que consiguen una limpieza espectacular. Además de evitar los riesgos que estos productos tienen, los remedios naturales son tan eficaces pero más económicos, no irritan ni dejan olor a químico por toda la casa. Para ello hay que pensar en los productos que puedan actuar como desengrasante. Los reyes de la limpieza natural son desde tiempos inmemorables el limón y el vinagre que, acompañados por el bicarbonato, tienen la fama de acabar con cualquier mancha o resquicio de grasa que se pueda encontrar en toda la casa. El bicarbonato es un producto químico, sí, pero no se asemeja a los sprays y otros productos que se venden en el mercado como quitamanchas o quitagrasas.

Antes de enumerar y explicar los productos naturales que se pueden utilizar para limpiar fácil y rápidamente el horno, vamos a explicar el procedimiento general a seguir: en primer lugar, hay que retirar todas las rejillas y bandejas que pueda contener el horno, así como los residuos de comida que queden sueltos. En segundo lugar, hay que aplicar el preparado natural, dejándolo actuar y después frotar con un estropajo para eliminar los restos más agarrados a las paredes del horno si fuese necesario. Otra opción es, en el caso de la utilización de vinagre para la limpieza, dejar el bol con el preparado en la rejilla del horno y calentar hasta los 150º durante 45 minutos. Después de apagarlo, esperar una media hora hasta que el horno no pueda quemarnos y así poder trabajar sin ningún peligro. Retirar los restos y enjuagar con agua para no dejar ningún resto del producto en las paredes del horno. Finalmente, una vez retirado todo el producto utilizado, es recomendable realizar otra limpieza generalizada con agua con el fin de eliminar los posibles restos que hayan podido quedar.

Para limpiar un horno muy sucio de una forma natural y sencilla, pero también barata, es recomendable recurrir a algunos de los siguientes productos. Este proceso de limpieza puede ser mucho más fácil y rápido si llevamos a cabo correctamente estos trucos y consejos, además de utilizar bastante producto para que el efecto sea mayor. A continuación, se muestran algunos de los productos naturales más recomendados para limpiar el horno de forma eficaz:

1. Vinagre

El vinagre es popularmente conocido en el mundo de la limpieza por sus propiedades antibacterianas y desinfectantes, por eso se puede utilizar tanto para limpiar frutas y verduras como para la limpieza del hogar. Una buena opción es recurrir a una botella con dispensador en spray y llenarla con una mezcla de agua y vinagre, manteniendo la proporción de tres partes de agua por una de vinagre. Con esta proporción se evitará que el olor sea demasiado fuerte y perdure en el tiempo.

Una vez preparada la mezcla basta con pulverizar la superficie del horno, dejarla actuar unos minutos y después frotarlo y aclararlo con agua, en función del nivel de suciedad del electrodoméstico. Cuando la suciedad es muy notable y está muy impregnada en la superficie conviene dejar en una taza o bol la mezcla y poner el horno en funcionamiento, a una temperatura de 150-200 grados, durante media hora o tres cuartos. Una vez hecho este paso resultará más fácil eliminar la suciedad.

2. Mezcla de bicarbonato y vinagre

Al igual que el vinagre, el bicarbonato tiene infinidad de funciones en el hogar, sobre todo en las tareas de limpieza. Para utilizarlo en el horno se puede esparcir directamente por la parte baja, cuando haya restos de alimentos pegados, y después pulverizar la mezcla anterior de agua y vinagre. Aunque esta es una opción, la mejor es hacer una pasta con bicarbonato, agua y vinagre. Con esta pasta se conseguirá que se adhiera mejor a la suciedad del horno y también será más fácil utilizarlo en las paredes.

Para realizar correctamente la mezcla es conveniente juntar diez cucharadas de bicarbonato, cuatro de agua caliente y tres de vinagre. Para conseguir un acabado en espuma es realmente importante echar muy poco a poco a vinagre. Si al utilizar las medidas establecidas se observa que la pasta resultante es demasiado líquida se puede echar un poco más de bicarbonato.

Con este método, después de dejar una hora aproximadamente de reposo y de actuación a la mezcla, solamente habrá que retirar los restos con un paño, ya que la suciedad impregnada se desprenderá de las paredes. Es importante eliminar completamente todos los residuos, pasando varias veces un paño bañado en agua.

Pero si no disponemos del tiempo para dejarlo actuar una hora se puede acelerar el proceso encendiendo el horno con la mezcla dentro. Así la suciedad se desprenderá bastante más rápido.

3. Levadura y vinagre o sal

En la mezcla anterior se puede reemplazar el bicarbonato por la levadura. El inconveniente de esta mezcla es que se necesita una cantidad mayor de levadura, además de ser menos rápido y eficaz.

Además, si se quiere evitar el olor que desprende el vinagre, éste se puede reemplazar por sal gruesa. De esta forma, la sal gruesa se mezclará con bicarbonato y agua caliente.

4. Limón

El limón también es conocido popularmente como un potente desinfectante. Para la limpieza del horno, además de eliminar la suciedad, también eliminará los malos olores. Para utilizarlo basta con echar en la bandeja agua y el zumo de un limón y su cáscara. Después de verterlo, encender el horno a una temperatura media y dejar actuar durante aproximadamente treinta minutos. El vapor generado ayudará a desprender fácilmente la suciedad, así como los olores.