El Centro de Mayores Santísima Virgen y San Celedonio, en Madrid, vive una situación desesperada, como otros muchos de la región por causa del coronavirus. En esta residencia, gestionada por la Federación Lares, ha muerto una veintena de ancianos y otros permanecen en aislamiento por síntomas, algunos de ellos en situación grave. Los trabajadores están al límite, lo que se ha visto empeorado por la fuga de las monjas que cuidaban de los mayores. Eso es, al menos, lo que ha denuniciado el capellán, Julián Arias, en declaraciones a Telecinco.

"Se han marchado todas, sin avisar", ha dicho el capellán del centro, donde hay una treintena de trabajadores de baja. El Arzobispado de Madrid forma parte del patronado de la residencia, que acoge a unos 145 ancianos.

El Arzobispado dice que las monjas no eran cuidadoras

Tras la publicación de esta noticia, fuentes del Arzobispado de Madrid, han dicho, en declaraciones a El Plural, que "las religiosas estaban en condición de residentes" en el centro y "no atendían ellas a otros mayores", por lo que "no han huido".

Las mismas fuentes han precisado que dos de las religiosas han fallecido y "hay varias aisladas por contagio".

La fundación gestora afirma que "eran voluntarias"

Fuentes autorizadas de la Federación Lares, encargada de la gestión de la residencia, han desmentido también, en declaraciones a El Plural, la versión dada por el capellán de que las religiosas huyeron del centro en medio de la ola de contagios. Las monjas, según estas fuentes “se encuentran confinadas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias”, después de que una de ellas haya fallecido por coronavirus y otra esté contagiada.

"Las 18 religiosas son voluntarias que colaboran con la residencia”, explican las mismas fuentes, que añaden que todas “superan los 70 años de edad" y viven en un edificio contiguo al centro de mayores.

Unas 1.000 residencias concertadas

La Federación Lares gestiona, según las mismas fuentes, 1.000 residencias en todo el país, a través de conciertos con los gobiernos autonómicos, atiende a unos 54.000 residentes, y  en sus centros trabajan unos 35.000 profesionales.

Ni Sanidad ni la Comunidad de Madrid respondieron

En un comunicado de la residencia, fechado el viernes pasado y facilitado ahora por el Arzobispado a este diario, se asegura que cuando tuvo constancia del primer contagio, informó "inmediatamente al Ministerio de Sanidad y a la Comunidad de Madrid, solicitando que se procediese a la medicalización del centro", pero "no ha habido respuesta de las autoridades". 

El centro añadió en su escrito que solicitó "en varias ocasiones sin éxito material clínico, como mascarillas, trajes de protección, oxígeno", pero que el único material que recibió "en tres días ha sido mascarillas y algunas bombonas de oxígeno  imprescindibles para la sintomatología de algunos casos, y conseguidos ante insistencia del personal del centro".

Las fuentes de la Federación Lares han puntualizado a El Plural que "el pasado 12 de marzo" se pidió a las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma que cuando algún caso diera positivo se sacara de las residencias a los enfermos contagiados.

La UME ha desinfectado la residencia

Este lunes, la UME ha accedido al Centro de Mayores Santísima Virgen y San Celedonio para desinfectarlo, según ha confirmado la residencia, que indica que aún "está sobre la mesa la petición de medicalizar la residencia", donde la situación sigue siendo "crítica", porque "ya no tenemos personal disponible para reemplazar a los que van siendo contagiados. Mientras 34 profesionales permanecen en cuarentena fuera del centro, en activo se tienen 43 auxiliares de enfermería a jornada completa y tres a jornada parcial".

Algunos murieron en el hospital y otros en la residencia

De los fallecidos en esta residencia, algunos llegaron al hospital, donde dieron positivo por COVID-19 y otros murieron en la residencia con síntomas visibles de la enfermedad, aunque no se les diagnosticó. Un directivo del centro explicó que "los hospitales no admiten derivaciones de personas de residencias con deterioro cognitivo y en situación clínica muy grave”.

Como otras residencias de la región, la situación en Centro de Mayores Santísima Virgen y San Celedonio es crítica. Faltan materiales de protección y personal, ya que una parte importante de la plantilla está en cuartentena.