Son muchas las voces expertas que en los últimos años han venido alertando del exceso de protección que los padres están ejerciendo sobre sus hijos. Se nota en los colegios e institutos, pero el problema ha llegado, incluso, a la universidad. Hace pocas décadas era impensable para la mayor parte del alumnado que un progenitor pisara una facultad, si no era con motivo de su propia formación.

Sin embargo, estas situaciones, si bien no son la norma, son cada vez menos infrecuentes. Lo prueban ejemplos como el de la Universidad de Granada, donde se ha llegado a poner un aviso por parte del vicedecanato de prácticas, recordando que "NO SE ATIENDE A PADRES", y que todo el alumnado "es mayor de edad". 

Aunque son casos puntuales, reconocía a Canal Sur Pedro Valdivia, vicedecano de prácticas de la Facultad de Educación de la UGR, la medida busca fomentar la autonomía de los estudiantes, que en este caso concreto tiene 20 años o más. "El día de mañana serán los futuros educadores de nuestros niños y niñas" , explicaba. 

La fotografía del original cartel colgado en esta facultad no tardó en hacerse viral y varias profesores de otros campus corroboraron esta tendencia creciente de ver padres en los despachos de los profesores, en revisiones de examen o en vicedecanatos, tratando de solucionar problemas que deberían solventar sus hijos. 

Los psicólogos hablan del Síndrome del acompañamiento, mientras el profesorado se pregunta de quién parte la acción. ¿Son los padres los que deciden ir con sus hijos o les piden estos que les acompañen?, se cuestiona Pedro Pablo Gallego, catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Vigo. 

A su juicio, en la mayor parte de las ocasiones son los progenitores los que toman la iniciativa. Así, recuerda que durante su etapa al frente del decanato se encontró en dos ocasiones sentado junto al estudiante y su padre. En uno de los casos, cuenta ELPLURAL.COM, era además el padre "el que hablaba todo el tiempo". "Cuando acababa cada intervención, yo, mirando fijamente a la alumna, le preguntaba a ella cuál era su opinión al respecto". Al final de la charla, recuerda este docente, el hombre "acabó diciéndome: "Me acaba de dar usted toda una lección". 

Las reacciones a la publicación sobre la advertencia de la Universidad de Granada, además de abrir un debate sobre el proteccionismo de los progenitores, ha generado diversos comentarios al respecto, buena parte de ellos, lamentando ese exceso de cuidado por parte de los padres. Del mismo modo, hay quien también, narrando una anécdota ha dejado en el aire una muy buena respuesta para el profesor que se encuentre en situaciones de este tipo. 

"Cuando el arquitecto Sáenz de Oíza era profesor de universidad, vino el padre de un alumno a pedirle explicaciones y él le respondió: "Ahora le doy el teléfono de mi padre para que hable con él"", ha expuesto. 

Mientras los profesores tratan de lidiar con los progenitores de la mejor manera posible, los psicólogos, advierten de la importancia de que los jóvenes sean capaces de afrontar y resolver las gestiones y dificultades que se les van planteando en la vida. Asimismo, subrayan, los padres tienen la responsabilidad y el papel de prepararles para ello. 

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