Nevada (Estados Unidos) es parcialmente un desierto. Un desierto que parece cada vez más seco y caluroso. O al menos eso dicen haber detectado los estudiantes de la Asociación Medioambiental del Instituto Sierra Vista, en el sureste del condado de Clark, a pocas millas de Las Vegas.

Los alumnos lo atribuyen, claro, al calentamiento global, y han decidido tratar de ponerle remedio, investigando el uso de energías renovables como alternativa a los combustibles fósiles para aprovecharlas en su centro, y difundiendo sus conclusiones y proyectos a la junta escolar del condado –incluidos otros estudiantes, sobre todo los más pequeños- y a los políticos.

Entre sus iniciativas, han propuesto un programa de reciclaje para toda el centro, han plantado un huerto ecológico, ofrecen charlas sobre energías renovables y han analizado los beneficios medioambientales del uso de lámparas led, y, por cierto, aseguran que han reducido la factura de la luz.

En España, según el Libro Blanco de la Educación Medioambiental, recoge algunas recomendaciones sobre educación medioambiental.