El consejero delegado de la farmacéutica Pfizer, Albert Bourla, ha señalado en una entrevista concedida a El Mundo que de mantenerse  el ritmo de vacunación durante primavera y verano, podremos alcanzar la normalidad en otoño.

Bourla ha deslizado al medio citado que la empresa tiene previsto aumentar las dosis enviadas a los países de la Unión Europea durante los próximos meses: "Este trimestre entregaremos más de cuatro veces más de lo que dimos en el primer trimestre de este año, es decir, 250 millones de dosis en el segundo trimestre después de 62 millones en el primero. Y estamos discutiendo para hacer más".

El CEO de Pfizer ha señalado que quizás sea necesaria inocular una tercera dosis de la vacuna "entre seis y 12 meses" después de la segunda. A partir de ahí, explica, habría una vacunación anual como sucede con la gripe.

Mientras siguen las dudas en torno a los viales de AstraZeneca y de Janssen y a los ínfimos casos de trombos, la Comisión Europea apuesta por Pfizer como la "columna vertebral" del plan de vacunación.

Tanto ésta como la de Moderna están desarrolladas a partir de ARN mensajero, una tecnología basada en ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm), que sirven para inocular en el cuerpo moléculas que permiten producir determinadas proteínas.