Tres de cada cien mujeres de entre 15 y 50 años padece infecciones urinarias de repetición, un problema que apenas afecta a los hombres de esas edades.

A partir del medio siglo de vida, sin embargo, la incidencia de esta patología se incrementa en ambos sexos.

Esto se debe a “la hipertrofia de próstata, en el caso de los hombres y a la atrofia genital que sufren las mujeres con la menopausia, y a los cistoceles o vejigas caídas, consecuencia de la edad y de los partos”, destaca la doctora Carmen Pingarrónjefa de uno de los equipos de ginecología y obstetricia de Hospital Quirónsalud San José.

Tres al año

Se habla de infecciones urinarias recurrentes, de repetición, cuando el paciente ha sufrido “3 episodios en los últimos doce meses o 2 episodios en los últimos 6 meses”, aclara esta especialista.

Causas

Que los tratamientos antibióticos sean “cortos o inadecuados”, o que haya “algún factor predisponente, como la litiasis renal”, son algunas de las causas que explican que el problema se repita, explica la doctora Pingarrón. Sin embargo, matiza, “también intervienen factores genéticos”. “Las personas con grupos sanguíneos A y O, por ejemplo, están más protegidas frente a las infecciones de orina que las que tienen los grupos B y AB”, indica.

A esto hay que añadir que otros aspectos, que también aumentan las tasas de infecciones de repetición como tener “un alto número de relaciones sexuales” o “no contar con buenos hábitos de limpieza tras la defecación”.

E.Colli, Proteus y Staphylococos

En lo que se refiere al tipo bacterias que provocan las infecciones, “sabemos que el 90% de las mismas son debidas al E. Colli, seguidas de los Proteus y de los Staphylococos”, afirma la doctora Pingarrón. “Estos gérmenes tienen unas fimbrias con las que se unen a las células y poseen también unas adhesinas que favorecen la unión de las bacterias entre sí, formando redes de bacterias tridimensionales o biopelículas, que las hace más resistentes a los antibióticos”, apunta. Las bacterias, además, “son capaces de introducirse dentro de las células de la vejiga, y reproducirse dentro de ellas, de manera que así están muy protegidas”, advierte.

Vacunas como tratamiento alternativo

El tratamiento habitual de las infecciones de orina es por medio de antibióticos. Sin embargo, en los últimos años se han propuesto otras alternativas y ayudas a este tipo de fármacos.

Es el caso de “las vacunas”, sostiene esta médico del Hospital Quirónsalud San José. “Se obtienen de una suspensión de gérmenes muertos por calor procedentes de una muestra de orina del propio paciente y son muy útiles en pacientes alérgicas a antibióticos y en aquellas que han generado resistencia a los mismos”, subraya. “Actúan estimulando la inmunidad y son capaces de bloquear la capacidad de adherencia de las bacterias”, recalca.

Pero hay más opciones, como “agregar a los antibióticos sustancias como los arándanos rojos, que impiden que las bacterias unas sus fimbrias a las células y la D-manosa, que actúa inhibiendo la adherencia de las bacterias a los epitelios”, puntualiza la doctora Pingarrón.

Este fruto y este azúcar simple “son capaces de dificultar la permanencia de las bacterias dentro de la vejiga”, recalca.