Se considera el año 1843 y un Real Decreto firmado por Isabel II como el nacimiento oficial de la enseña que actualmente conocemos como bandera de España, la rojigualda, y de la que este lunes celebramos el 175 aniversario.

Pero su creación se remonta a 58 años antes, cuando Carlos III decidió cambiar el color de las enseñas que ondeaban en los buques españoles, ya que las distintas ramas de la Casa de Borbón que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma y Sicilia, además de en España, eran muy parecidas y provocaban confusión.

Así, a finales del siglo XVIII, en 1785, el rey Carlos III tomó la decisión de adoptar una bandera para los buques españoles que fuera fácilmente distinguible en la distancia. Su ministro de Marina, Antonio Valdés, le presentó una docena de diseños, y el rey eligió la forma y colores de la que hoy conocemos como bandera de España.

“Para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la bandera nacional de que usa mi Armada Naval y demás embarcaciones españolas, equivocándose a largas distancias o con vientos calmosos con las de otras naciones, he resuelto que en adelante usen mis buques de guerra de bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baxa sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio amarilla…”.

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Diseños de la bandera de España escogidos en 1785 por Carlos III

El mismo texto designaba una bandera distinta para los buques mercantes, con cinco fajas, tres amarillas y dos rojas, alternadas en el tejido, modelo que estaría en uso hasta 1927.

Finalmente, en 1843, el Real Decreto de 13 de octubre, reconocía como nacional la bandera de colores rojo amarillo y rojo, y se ordenó que todas las unidades militares españolas utilizaran la misma bandera.

Aunque el uso de la rojigualda se generalizó durante lo que quedaba de siglo, no fue hasta 1908, que se estableció la obligatoriedad de que ondeara en todos los edificios públicos en los días de fiesta nacional.

¿Por qué rojo y amarillo?

Sobre por qué Carlos III se quedó con el diseño con franjas rojas y amarillas no existe una explicación cerrada y sí diversas teorías, perfectamente plausibles todas.

Simbólicamente se ha considerado que su elección fue porque representaba el oro del Imperio español y el rojo de la sangre derramada en defensa de la nación. También se ha afirmado que, con esta selección, Carlos III tenía presentes los colores predominantes en loe escudos de Castilla, Aragón y Navarra. Otra explicación más práctica es que, en el mar, el rojo y el amarillo se divisaban muy bien a largas distancias.

Bandera franquista con el águila de los Reyes Católicos, el yugo y las flechas y bandera constitucional actual

Variaciones en los colores y el escudo

Desde entonces, la estructura de la bandera con tres franjas y el escudo en el centro no ha variado nunca, pero sí sus colores y simbología.

Respecto a los colores, sólo varió la franja roja inferior al morado durante los años de la II República. En la Primera República Española, instalada en 1873, no se alteraron los colores de la bandera, aunque sí se suprimieron de los escudos todos los símbolos reales de la monarquía.

En cuanto al escudo, entre 1938 y 1981, con la Guerra Civil y la dictadura franquista, estuvo representado con el águila de los Reyes Católicos acompañada por el yugo y las flechas, sufriendo pequeñas variaciones en 1945 y 1977. El 5 de octubre de 1981 se aprobó el diseño del escudo actual.

Tras la Restauración, la Constitución de 1978 recogió en su artículo 4.1 que “la bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas”.