El pasado jueves 28 de noviembre la Audiencia Provincial de Navarra condenó a los cinco miembros de La Manada por abusos sexuales continuados, no por violación. El presidente de la Sección Segunda les condenó a nueve años de prisión, una sentencia que ha levantado ampollas tanto por lo escueto de la pena como porque los magistrados no consideran que existió violación porque no hubo violencia o intimidación. Rápidamente se sucedieron las concentraciones por toda España. Este fin de semana, en la ciudad de Pamplona, se disputaba el partido entre el Osasuna y el Lugo, y el Estadio del Sadar se fundió bajo un grito unánime en apoyo a la víctima.