La Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas ha dado luz verde al informe que sentará las bases de la futura ley del alcohol y que propone numerosas medidas para retrasar la edad de inicio en el consumo hasta los 18 años, como las de acabar con el botellón.

Ahora, la Comisión enviará el informe, en el que han estado trabajando durante un año, al Ministerio de Sanidad y a partir del mismo elaborará su proyecto normativo con el que se intentará frenar el consumo de esta sustancia.

La ponencia de estudio Menores sin alcohol, que fue creada hace un año en el seno de la Comisión Mixta, aprobó ya el informe el pasado 10 de abril, con los votos favorables de PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.

La primera de las recomendaciones comprendidas en la ponencia es que se elabore una ley de prevención de alcohol para menores, cuyo objetivo es retrasar la edad de inicio en el consumo hasta los 18 años, y que comprendería medidas como multas a los padres de menores que consuman esta sustancia. En caso de reincidencia grave, si se demuestra una actitud negligente de los padres, se aplicaría la normativa existente en el ordenamiento jurídico para la protección del menor. 

El botellón sigue prohibido

Asimismo, propone prohibir la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en vía pública, lo que popularmente se conoce como botellón salvo terrazas o áreas autorizadas y unificar criterios; revisar los impuestos especiales de todas las bebidas y establecerlos en relación con la cantidad de alcohol puro que contiene cada una de ellas; limitar la publicidad, promoción y patrocinio en vía pública estableciendo un perímetro en torno a las cercanías de lugares destinados a menores o frecuentados habitualmente por ellos; y endurecer las medidas contra cualquier tipo de local o comercio que venda o suministre alcohol a menores de manera reiterada, llegando a ser incluso clausurado.

El informe, que parte de que “los últimos datos de consumo de alcohol por menores son preocupantes”, muestra como “objetivo primordial” retrasar la edad de inicio en el consumo hasta los 18 años e incrementar la percepción social del riesgo de dicho consumo.

Coordinación entre todos los ámbitos

La ponencia afirma que “cualquier medida a desarrollar debe contar con unos niveles adecuados de coordinación entre los ámbitos educativos, familiares, sanitarios, sociales y de cualquier otro ámbito que pudiese ser necesario”. Esto implica “sensibilizar” a toda la sociedad sobre los riesgos del consumo de alcohol por parte de los menores y disminuir la tolerancia al consumo en esta etapa vital para el desarrollo de la persona con medidas destinadas a incrementar la percepción de riesgo y disminuir la tolerancia social frente a su consumo.

También se plantea la creación de un Observatorio de menores y alcohol con participación de todos los agentes implicados que estén llamados a formar parte de la solución, en el seno del Observatorio Nacional de Drogas y Adicciones. Para ello, se prioriza incluir en el Plan Nacional sobre Drogas actuaciones específicas “sobre los menores y el alcohol”; y ampliar, en el ámbito judicial, equipos psicosociales en los juzgados de familia y menores y en juzgados de guardia, para que tengan la suficiente capacidad de afrontar la mediación civil y penal.